MADRID, 19 NOV. (Bolsamania.com/BMS) .- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha cumplido con lo filtrado ayer por la noche, que anticipaba que mejoraría las expectativas para la economía española para 2013 y 2014. Concretamente, la institución internacional espera que el Producto Interior Bruto (PIB) de España caiga un 1,3% este año, en línea con las estimaciones del Gobierno, y mejor que el 1,7% previsto en su informe de mayo. Asimismo, la OCDE espera que en 2014 “cambien las tornas” para nuestro país y estima que crecerá un 0,5%, una décima más de lo que había anticipado. En 2015, la economía española continuará su ascenso hasta el 1%.
Pero la organización no “lanza las campanas al vuelo” y señala que la recuperación será "débil", y que, aunque la reforma laboral ha conseguido estabilizar el empleo, la tasa de desempleo tocará techo en 2014 antes de descender lentamente. En concreto, espera que se sitúe de media en el 26,4% en 2013, en el 26,3% en 2014 y en el 25,6% en 2015.
Aunque la OCDE afirma que "la economía española muestra signos de estabilización", subraya que el ajuste fiscal, la falta de flujo en el crédito, el bajón de los precios inmobiliarios o la disminución de la deuda de los particulares, van a seguir constituyendo rémoras para la recuperación, sobre todo la de la demanda interna.
Con respecto al déficit público, sostiene el organismo que este año se quedará en el 6,7% del PIB, mientras que en 2014 disminuirá hasta el 6,1%, tres décimas más del 5,8% al que se ha comprometido el Gobierno de Mariano Rajoy, y en 2015 hasta el 5,1%. En este sentido, sostiene que, para mantener su credibilidad fiscal, el Ejecutivo tiene que especificar el programa de consolidación estructural a medio plazo, lo que da pie a pensar en nuevos recortes.
Por otro lado, señala que pese a los "progresos significativos" en la reestructuración bancaria y en la capitalización de entidades, sigue habiendo problemas con el crédito porque los tipos de interés de los nuevos préstamos han subido, en un contexto en que las entidades financieras han visto aumentar los morosos y hay incertidumbre sobre los tests de estrés por los que habrán de pasar en 2014.
M.D.