La Fundación Jiménez Díaz demuestra que los robots no son cirujanos, pero mejoran la cirugía, al superar con éxito las 1.000 intervenciones realizadas con el Da Vinci Xi

Más de 1.000 cirugías se han realizado ya en la Fundación Jiménez Díaz con el sistema Da Vinci Xi, la plataforma quirúrgica más avanzada en el sector, y los resultados son tan positivos que el Programa de Cirugía Robótica del hospital madrileño prevé una progresiva expansión. El programa, que se inició en el centro hospitalario en 2019, tras la adquisición del citado robot quirúrgico, ha incrementado desde entonces su uso y aplicación en distintas especialidades, de modo que, solo en 2023, se han realizado más de 400 intervenciones apoyadas en esta tecnología.

El robot Da Vinci permite la realización de intervenciones mínimamente invasivas de alta complejidad, ofreciendo ventajas tanto al cirujano, ya que facilita la sutura, disección y libertad de movimientos, como al paciente, favoreciendo una mayor precisión quirúrgica y menor traumatismo, lo que conlleva mejores resultados funcionales, oncológicos y de recuperación postoperatoria; y su implementación ha situado al hospital madrileño entre los referentes para la realización de cirugías robóticas en diferentes especialidades. 

Todo empezó en Urología

El uso de la plataforma Da Vinci se inició en la Fundación Jiménez Díaz en el Servicio de Urología y, comprobado su éxito, se extendió después a las áreas de Cirugía Torácica, Cirugía General y Digestiva y Otorrinolaringología. En los próximos meses su uso se extenderá a nuevas indicaciones.

El Dr. Ramiro Cabello, jefe asociado del citado servicio, señala que la mayoría de las cirugías que realizan en esta especialidad “son oncológicas y, en ese contexto, la cirugía robótica permite reducir el impacto de la intervención en el paciente, con menor dolor, tiempo de hospitalización, necesidad de transfusión y convalecencia”.

La cirugía más frecuente es la extirpación de la próstata, seguida de las intervenciones relacionadas con el tumor renal y el cáncer de vejiga. En todos los casos, la asistencia robótica aporta múltiples ventajas a los cirujanos, puesto que facilita la sutura y la disección al permitir mayor libertad de movimientos frente a su alternativa por vía laparoscópica convencional. El robot aporta también beneficios en materia de cirugía reconstructiva, como en la pieloplastia y el reimplante ureteral, puesto que mejora la ergonomía de la intervención al proporcionar una mejor visión del campo quirúrgico y movimientos más precisos y controlados.

Cursos y talleres en Cirugía General y Digestivo

En el Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo el uso de Da Vinci cubre todas las subespecialidades. Concretamente, en el área de colorrectal se realiza cirugía del cáncer de recto y de colon, disfunciones de suelo pélvico, cirugía transanal y reconstrucciones del tránsito; en el área hepatobiliar se llevan a cabo cirugías del hígado, bazo, vesícula biliar y páncreas; y en la esofagogástrica se practica cirugía de la obesidad, del cáncer de estómago y problemas de reflujo gastroesofágico, además de eventraciones y problemas de la pared abdominal. Próximamente, el uso de la plataforma se extenderá a otras indicaciones quirúrgicas, como la cirugía del tiroides y de la mama.

El Dr. Miguel León Arellano, especialista del Servicio de Cirugía General y Digestiva de la Fundación Jiménez Díaz, se muestra muy satisfecho al respecto: “Creemos que los buenos resultados que hemos conseguido con la implementación de esta tecnología se ven reflejados en la mejor y más pronta recuperación del paciente”. Como consecuencia de ello, el servicio se ha esforzado en ofrecer el uso de la plataforma a más pacientes y con diferentes patologías, de modo que en la actualidad se realizan cirugías robóticas todos los días en sesiones de mañana y de tarde, con equipos de cirujanos y enfermeras formadas y entrenadas en quirófanos robóticos. 

La experiencia inmersiva de la cirugía torácica

La Cirugía Torácica es uno de los ámbitos más sugestivos de aplicación del robot quirúrgico. El Dr. Ignacio Muguruza, jefe de este departamento en la Fundación Jiménez Díaz, afirma que el cirujano que opera con la ayuda de esta plataforma quirúrgica “vive una experiencia inmersiva en el interior del paciente y puede realizar la operación de forma autónoma, con el uso de mandos en sus manos, así como de distintos pedales”. 

El uso más frecuente del robot en cirugía torácica es la extirpación de las zonas del pulmón afectadas por procesos como el cáncer de pulmón y otros tumores, o en ciertas condiciones benignas, que incluyen las lobectomías y las segmentectomías pulmonares, aunque prácticamente cualquier cirugía pulmonar se puede realizar con el robot. Otra indicación frecuente es la resección de tumores del mediastino anterior, medio y posterior y la cirugía de la glándula tímica, así como operaciones sobre el diafragma y la cavidad pleural. Según aumenta la experiencia de los equipos se va ampliando el número de indicaciones.

El Departamento de Cirugía Torácica de la Fundación Jiménez Díaz utiliza el robot Da Vinci en otros dos hospitales más de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña (Sermas): el Hospital Universitario Rey Juan Carlos (Móstoles) desde 2014 y el Hospital Universitario de Villalba (Collado Villalba) desde esta primavera.

Otorrinolaringología: última incorporación del Programa de Cirugía Robótica

La Otorrinolaringología ha sido la última especialidad en incorporarse al Programa de Cirugía Robótica del hospital madrileño, hace ahora seis meses, y la especialista de este servicio, la Dra. María Benavides Gabernet, se encuentra muy satisfecha con los avances realizados: “Es un cambio muy importante que mejora extraordinariamente la capacidad del cirujano para intervenir y favorecer el bienestar del paciente”. 

De momento, el robot se utiliza para pacientes oncológicos y cirugías de orofaringe. En este caso, el brazo del robot se introduce a través de la boca mediante un solo puerto, por lo que no es necesario realizar incisiones en el cuerpo del paciente. El robot proporciona mayor visibilidad, maniobrabilidad y seguridad en la intervención.

Próximamente, y a medida que se vayan formando todos los cirujanos del servicio, se irá ampliando el uso de la plataforma robótica. La previsión es proseguir con otra área del servicio, la cirugía del sueño, que busca remodelar la anatomía de la vía aérea superior para eliminar o minimizar los puntos de obstrucción de las vías respiratorias.

Demanda y formación en ascenso

La demanda de esta cirugía es cada vez más alta y el número de intervenciones continúa en ascenso, según aumenta la formación de los cirujanos, con una tendencia a incrementarse también el número de robots quirúrgicos disponibles. Las indicaciones también se van ampliando a medida que crece la experiencia de los equipos quirúrgicos.

En este sentido, la experiencia adquirida y los excelentes resultados obtenidos han impulsado a los servicios de Urología, Cirugía General y del Aparato Digestivo y Cirugía Torácica a organizar un curso para los residentes del hospital como ejemplo de su apuesta por el aprendizaje seguro de la cirugía mediante la simulación y por aportar valor a su formación al incluir la cirugía robótica en el programa de estas especialidades, y a las que incorporará la Otorrinolaringología en próximas ediciones anuales de esta cita formativa. También desde el área de Cirugía General y del Aparato Digestivo se han celebrado cursos y talleres de cirugía robótica colorrectal, hepatobiliar y esofagogástrica para cirujanos de toda España.

La superación de la cifra emblemática de 1.000 cirugías en la Fundación Jiménez Díaz en apenas cuatro años -pandemia incluida- supone un logro de primera magnitud, que convierte a este hospital en un centro de referencia en cirugía robótica.

El Da Vinci funciona mediante cuatro brazos que se introducen en el paciente a través de pequeñas incisiones en la piel. Estos brazos portan diverso material intercambiable, que incluye una cámara 3D de alta definición con iluminación incorporada, así como los distintos instrumentos quirúrgicos capaces de realizar movimientos que superan a los de la mano humana, exentos de temblor y con todas las capacidades necesarias para los distintos tipos de cirugía, como el uso de energía de última generación, máquinas endograpadoras y resto de material quirúrgico que asegura una precisión máxima. Los brazos son controlados por el cirujano en una consola separada.

El modelo Xi, del que dispone la Fundación Jiménez Díaz, ofrece una mayor precisión y seguridad frente a modelos anteriores, y permite realizar incisiones más pequeñas. Asimismo, facilita una visión 3D aumentada hasta diez veces, asegurando la claridad y precisión de los detalles anatómicos, y elimina el temblor fisiológico y los movimientos involuntarios del cirujano. Además, puede conectarse una segunda consola para que dos cirujanos puedan realizar juntos la cirugía.