MADRID, 18 AGO. (Bolsamania.com/BMS) .- "Caminar en solitario no es recomendable", reza un cartel del Parque Nacional de Grand Teton en Wyoming.
Una afirmación que los bancos centrales deberían tener en cuenta de cara a la reunión que mantendrán a finales de semana en las montañas de Jackson Hole y en lo que respecta a los tipos de interés.

Aseguran desde Bloomberg que la reciente presencia de los toros en los mercados de divisas en lugar de los osos pardos son la única razón de la seguridad que sienten en estos momentos los Yellen, Draghi y compañía.
Desde Morgan Stanley, los analistas Joachim Fels y Manoj Pradhan, cambian la analogía de caminar por la de la bicicleta para explicar el comportamiento de estos banqueros centrales. Recordando un análisis de 2009 señalan que los ciclistas prefieren no andar en solitario debido a la resistencia del viento y en su lugar se adhieren a un grupo o pelotón para reducir así el viento en contra hasta en un 40%.
Una idea que nos lleva a la conclusión de que para aquellos que tratan de ir por libre en política monetaria, el trabajo puede ser más difícil también. El aumento de las tipos de interés antes de lo esperado o sin planes previos a menudo desencadenan tipos de cambio más altos, algo que debilitan la demanda de las economías y tiene como consecuencia la necesidad de un nuevo paquete de ayudas.
"En el ciclismo, el pelotón está generalmente dirigido y controlado por los equipos más fuertes y más grandes", aseguró Fels en un informe ayer donde afirmó que "lo mismo ocurre con el pelotón monetario global donde la orientación de la política del grupo de los tres bancos centrales marca el ritmo de todo el grupo".
En esta analogía, el ganador del Tour de Francia, Vincenzo Nibali, sin duda, sería Janet Yellen.
El mensaje de la presidenta de la Fed, compartido por sus compañeros "superestrellas", es una política monetaria laxa que todavía tiene un poco de tiempo antes de dejar de funcionar. Yellen continúa advirtiendo que los mercados laborales le dan cierta holgura para mantener los tipos bajos. Mientras el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, pueden incluso desplegar más estímulos antes de que finalice el año para luchar contra la baja inflación.
Yellen y Draghi se sentarán frente a frente en una conferencia en Jackson Hole el 22 de agosto y lo que digan será "credo" para el resto de sus compañeros. Ambos tienen un comportamiento que hace que sea más difícil para que otros tomen la iniciativa.
Un ejemplo de ello: el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney. Después de advertir en junio que los inversores pueden no apreciar el riesgo de las tipos de interés más altas, la semana pasada reculó asegurando que Reino Unido no se apresurará a actuar en medio un contexto de la debilidad de los salarios.
Pero Carney no está solo en su idea. Nueva Zelanda también ha endurecido su política más lentamente que su economía doméstica, según Morgan Stanley. Los bancos centrales de Suecia, Corea del Sur, México e Israel tienen todo a punto, mientras que Canadá y Australia se han vuelto más pesimista. La mayoría se ha justificado señalando la fortaleza de su moneda o unas condiciones económicas mundiales más dudras para explicar sus decisiones.
Aquellos bancos que han actuado recientemente, en particular Ucrania y Rusia o Nueva Zelanda, en la primera parte del año, lo han hecho debido a las presiones.
Cuándo el pelotón recupere la velocidad lejos de los estímulos, dependerá de Yellen, Draghi y Kuroda. Si el crecimiento económico o la inflación se acelera más de lo previsto incluso pueden llevar a cabo subidas de tipos más rápido, creando otros desafíos para sus compañeros de viaje, de acuerdo con Fels y Pradhan.
"Por el momento esto parece posible sólo en Estados Unidos", dijeron estos expertos. "Todos los ojos se mantienen fijos en si la Fed va a renunciar al maillot amarillo o seguirá dominando el pelotón mundial de los banco centrales".