El Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española, medido en términos de volumen encadenado con referencia en el año 2010, ha registrado un crecimiento trimestral del 1,0% en el segundo trimestre del presente ejercicio, lo cual es una décima más alta de la esperada para el primer trimestre del año.
En términos anuales, la tasa de crecimiento del PIB ha sido del 3,1%. Es decir, cuatro décimas superior a la del trimestre anterior, como consecuencia tanto de una mayor aportación de la demanda nacional al crecimiento agregado como de una contribución menos negativa de la demanda externa.
Evolución del PIB en España. Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)
De esta manera en esta expansión se ha observado que, efectivamente, el tirón del consumo ha sido fundamental para la evolución económica de España. La demanda nacional se ha incrementado 3,3 puntos, mientras que la demanda externa ha registrado dos décimas más con respecto al trimestre anterior.
El crecimiento respecto al mismo trimestre del año anterior se sitúa en el 3,1% frente al 2,7% del trimestre precedente. Las tasas de crecimiento trimestral y anual coinciden con las publicadas en la Estimación avance del PIB trimestral del pasado día 30 de julio.
Por lo que se refiere al entorno europeo, en el segundo trimestre de 2015 la Unión Europea (UE-28) experimenta un crecimiento trimestral positivo (0,4%), similar al registrado en el trimestre precedente. Por su parte, la Eurozona (UEM-19) registra una variación del 0,3%, una décima menor que la del trimestre anterior.
Si nos centramos en las principales economías europeas el comportamiento es dispar. Por un lado, Alemania y Reino Unido presentan tasas de crecimiento superiores a las del trimestre precedente (Alemania del 0,4% frente al 0,3% y Reino Unido del 0,7% frente al 0,4%). Por otro lado, Francia, Holanda e Italia registran crecimientos inferiores a los del trimestre anterior (Francia del 0,0% frente al 0,7%, Holanda del 0,1% frente al 0,6% e Italia del 0,2% frente al 0,3%).
