A la automovilística alemana le crecen los enanos. Después de que Volkswagen destapara la caja de pandora después de demostrarse que mintió en las emisiones de gases de algunos modelos diésel, ahora la sombra de la sospecha se encuentra fijada en BMW, la otra gran compañía germana del mismo sector.

Las acciones de la firma con sede en Múnich se han dado la vuelta para descender más de un 5% una vez se ha conocido que
la publicación Auto Bild ha desvelado un informe que asegura que las emisiones de algunos automóviles diésel de la marca habrían excedido el máximo legal, al igual que ha sucedido con los modelos Wolkswagen.

Cotización de BMW


La empresa conocida como la que fabricaba los “coches del pueblo” generó un tsunami y el cuestionamiento de la industria cuando se demostró que la compañía había mentido sin escrúpulos con respecto a algunos modelos diésel. Eso provocó que sus títulos se desplomaran más de un 38% en dos días.

Cotización de Volkswagen


Las reacciones no se hicieron esperar y su CEO, Martin Winterkorn, dimitió ayer a pesar de afirmar no ser culpable de todo lo sucedido. "Hago esto por el interés de la compañía, porque VW tiene que renacer, a pesar de que no soy consciente de haber hecho algo mal", declaró.

Así, si en este escenario se uniera BMW podría generar una inestabilidad bastante ferviente en el conjunto del sector. “Sinceramente creo que se está menospreciando la capacidad destructiva que tiene este tema”, asevera José Luis Cárpatos, analista independiente. No sabemos aún su amplitud, como haya otras marcas implicadas aquí se puede liar parda, llevarse a las compañías por delante, a los motores diesel para vehículos no industriales, y a la economía alemana”, avisa.

Sin embargo, apunta que eso “no tiene por qué ser así” aunque “existe la posibilidad”. Por eso concreta que “hay que evitar cualquier valor de este sector durante una buena temporada hasta que quede claro hasta donde llega la contaminación”.

Sin ir más lejos, y ateniendo a cifras oficiales, la automoción para el PIB de Alemania supone uno de los pilares fundamentales. De hecho, más de un 30% de los coches fabricadso en Europa provienen de plantas alemanas, mientras que las ventas de automóviles nuevos realizados anualmente en Alemania representan el 20% de las nuevas matriculaciones que se efectúan en Europa.

En efecto, la industria automovilística es el principal motor de la economía germana. Supone la mayor aportación para el país y acapara el 20% del total de la facturación alcanzada por el conjunto de la industria alemana. Actualmente, según datos publicados por la CNBC, este sector apunta el 2,7% del PIB alemán.

La evolución de esta historia también debe seguirse con atención desde España. La fabricación de automóviles abarca el 10% del PIB español y el 16% de las exportaciones. En este sentido, en una reciente entrevista, José Lizán, gestor de SICAVs de Auriga Sociedad de Valores, apuntaba que en España “no hay ninguna automovilística cotizada pero tenemos una gran compañía como es CIE que vive del sector de partes”. Según sus palabras “nos afecta más en el mundo real”. Habrá que seguir muy de cerca toda esta evolución.