Un cisne negro, por definición, es un acontecimiento extremo que nadie –en este caso los mercados- está poniendo en precio.  “Con el inicio del año algunos índices están anticipando algunos riesgos para 2017, con los miedos que genera la política en el centro de todo”. En su opinión “la nueva política, los populismos y el proteccionismo comercial tienen la capacidad de actuar disruptivamente en la oferta y la demanda de algunas materias primas”.

En el informe del que se hacen eco en Busines Insider, se hacen eco de algunos eventos políticos que podrían poner el mercado patas arriba. Entre otros citan una escalada entre Corea del Norte y el mundo occidental con las armas nucleares como protagonistas.

Otro cisne negro –este actuaría como un catalizador positivo- sería que Tesla fuera capaz de entregar su nuevo modelo de coche a tiempo al inventar nuevas tecnologías para sus baterías.

En el siguiente gráfico se pueden leer esos cisnes negros: escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán, default de Venezuela, contaminación tras un accidente petrolero, protestas en Chile que puedan alterar la producción de cobre, tensión de Rusia y Ucrania que pueda alterar la producción de mineral de hierro, empeoramiento de alguna economía de un país consumidor de materias primas, escalada de tensión comercial con China, Tesla entrega a tiempo los coches de su Model 3, guerra comercial entre Estados Unidos y México, incidente nuclear que haga que la opinión pública se vuelva en contra de este tipo de energía, más pruebas nucleares de Corea del Norte, China comienza a buscar petróleo en las aguas del sur de china, más terrorismo en Turquía.

cisnes negros


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