MADRID, 11 JUN. (Bolsamania.com/BMS) .- La “red de seguridad” que extendió el Banco Central Europeo (BCE) la semana pasada permitirá que las correcciones, de haberlas, sean de corta duración. Esta es la opinión de Richard Griffiths, director asociado de Berkeley Futures, que en declaraciones a Reuters tranquiliza ante las caídas que han protagonizado las bolsas europeas hoy. Las principales plazas del Viejo Continente se han dejado un 0,8% de media y, en concreto, el Ibex 35, ha caído un 0,70%, hasta los 11.074,9 puntos.

El analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, no se cansa de repetir que el selectivo español es alcista y “revertir una tendencia es algo muy difícil, por no decir imposible. Claro que veremos correcciones de cierta profundidad, algunas importantes, pero no por eso nuestro Ibex 35 dejará de ser alcista”. Recuerda este experto aquello del “the trend is your friend”, la máxima americana, y rememora con ironía a aquellos gurús que decían que Wall Street se iba a desplomar poniendo fin a su tendencia alcista tras el comienzo del tapering, la retirada de los estímulos económicos por parte de la Reserve Federal (Fed) de Estados Unidos: “Pues bien, ahí tenemos a Wall Street, en 'subida libre' absoluta”, concluye.

De vuelta al Ibex 35, Rodríguez advertía ya esta mañana que “en cualquier momento”, podríamos asistir a una pequeña corrección o fase de reacción”, y situaba una primera zona de soporte en los 11.030 puntos, por debajo, los 10.876 puntos, y aún más abajo, los 10.665 puntos. “Me cuesta creer que estos últimos se vayan a perder”, explicaba.

Esa red de seguridad del BCE y de otros bancos centrales parece infalible a la vista de la positiva tendencia de las bolsas, pero una cosa es que sea “segura” y otra que impulse aún más a la renta variable. En su último editorial mensual, Aleksandra Tomala, responsable de Análisis y Estrategia de MoraBanc, avisaba de que “el problema es que, si los bancos centrales son el único combustible que queda, las bolsas tampoco van a subir mucho más. En mi opinión, ya es hora de que veamos unas señales claras de que la economía americana está cogiendo velocidad”.

Esta experta enumera una serie de factores que le permiten ser optimista: “las compañías industriales en Estados Unidos quieren crecer un 10% interanual; los préstamos con tarjetas por fin incrementaron en mayo; la actividad M&A (Merger & Adquisitions o Fusiones y Adquisiciones) es mucho más fuerte que hace un año; y el PIB del primer trimestre en negativo no es grave, ya que es un one-off (si lo dicen los gestores americanos...). Y si a ello agregamos las ventas de coches en máximos desde 2007 (+11% interanual), ya tenemos una foto de cómo están las cosas en Estados Unidos: nada mal”.

En este escenario, Tomala cree que los mercados tendrán suficiente combustible para seguir al alza “y, entonces, el próximo obstáculo será el cambio del discurso de la Fed: una introducción a la subida de tipos. Pero antes de otoño, seguro que no. Mientras tanto, nos irá consolando, infalible, Ben Bernanke (ex presidente de la Fed) diciendo en las reuniones privadas (esto lo oí con mis orejas) que no hace falta que la Fed reduzca el balance. Es decir, entiendo, seguir imprimiendo para compensar los bonos que vencen”.

Hay quien advierte además de otro factor desestabilizador: la próxima temporada de resultados, la de las cuentas del segundo trimestre de este año. “Hay un gran agujero entre dónde están los mercados y hacia dónde van las tendencias de las cuentas corporativas”, avisa en Bloomberg Andrea Williams, responsable de acciones europeas de Royal London Asset Management. La compaña empieza de manera no oficial con el gigante del aluminio Alcoa el 8 de julio en Estados Unidos. Según la agencia, los analistas han recortado sus estimaciones para las compañías del Stoxx 600 hasta ganancias medias en beneficios del 9,1%, frente al 14% que esperaban al comienzo del año.

María Gómez