MADRID, 01 OCT. (Bolsamania.com/BMS) .- Incapaces de llegar a un acuerdo sobre el presupuesto, la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos han provocado el primer “cierre” (shutdown) gubernamental desde 1995. Muchos “aguardan” ahora, tensos, a que se produzca una importante recogida de beneficios que, por el momento, no ha hecho acto de presencia... Preparado, por lo que pueda pasar, para aprovechar y, ya saben, comprar en los descensos (buy the dip como dicen los anglosajones), Matthew Smith, editor de The Investar, nos aconseja ser “compradores de empresas 'de calidad' que están en un buen momento operativo y pueden ser consideradas como líderes de su sector o del mercado en general. Estos valores suelen evitar los golpes más grandes y tienden a capitanear la recuperación cuando la 'tormenta' ha pasado”.

“No debemos ser codiciosos”, matiza este experto, porque debemos “escoger juiciosamente nuestros puntos de entrada y separar nuestras compras en entre dos y cuatro transacciones”. Así las cosas, con “Washington cerrado” y sin que nadie sepa cuándo volverá la normalidad, “creemos que estos grandes nombres se centran en el sector de la tecnología y son empresas que han demostrado en los últimos trimestres que tienen el liderazgo en la 'monetización' de la Web móvil. El principal de ellos es Facebook y, en menor medida, Baidu, expuesta a China y claramente a la cabeza en lo que respecta a la publicidad móvil (…) Más allá del 'apagón' del Gobierno , ¿ha cambiado algo en estas compañías? No mucho... Nos gustan estos nombres, que han capitaneado además el reciente rally del sector, porque con ellos podremos capturar importantes rentabilidades”.

Apuesta Smith también por las biotecnológicas, como Celgene, que han “superado al mercado este año (…) se han beneficiado de numerosas aprobaciones regulatorias de fármacos y han cerrado importantes acuerdos en el área de fusiones y adquisiciones (M&A en inglés)”. Cualquier retroceso, basado en el pesimismo de los inversores en relación con el “cierre” del Gobierno, debe ser visto en éstas como un “regalo”, tanto por aquellos que están en el mercado con visión de largo plazo, como por aquellos que se centran más en el corto.

Sin embargo, por el momento, el shutdown estadounidense no ha tenido consecuencias negativas en la renta variable, quizá porque los inversores, al igual que Christopher Mahoney, ex de Bank of America y Moody's, recuerdan que la última vez que se produjo un “cierre” en Estados Unidos, “la economía siguió creciendo y la bolsa se comportó bien. Un shutdown es un no-evento económico”, afirma tajante. Para después reseñar: “La cuestión sobre el techo de deuda parece un asunto mucho más serio (...) si se alcanza el límite, si el presidente Obama permite un default del Tesoro, entonces se produciría una interrupción temporal en el mercado de crédito, causando una disminución temporal tanto en bonos como en acciones”. Sin embargo, matiza, “cabe destacar que este organismo puede dar prioridad a los pagos de deuda por encima de otros gastos y puede alargar los vencimientos, aunque no tenga la posibilidad de emitir deuda nueva”.

Puede ser, explica este analista, que “republicanos y demócratas se nieguen a ceder en sus posturas y se produzca un default (es poco probable, ya que Boehner ha dicho claramente que esta posibilidad no es una opción)”. Sin embargo, para Mahoney esta situación sería, igual que para Smith, una oportunidad de compra: “Porque es una metedura de pata, no un problema económico real”. Si ocurriera, causaría una pérdida de confianza en los mercados importante, pero la “Reserva Federal (Fed) puede compensar este impacto con palabras o acciones”. Además, debemos tener en cuenta que si el Tesoro decide asignar una prioridad baja a la deuda u opta por el default, sólo se verá afectada la deuda que vence en el periodo afectado, no toda la deuda federal. “Durante el último 'susto' por el techo de deuda, Moody's sólo puso bajo revisión aquellos vencimientos afectados e indico que una rebaja en los mismos sería 'modesta y temporal'”.

Sí, tanto esta agencia como S&P (que incluso quitó su “triple A” a Estados Unidos la última vez) han dicho que el riesgo de default causado por la cuestión del techo de deuda es un factor crediticio negativo. Sí, ambas pueden reaccionar de alguna manera ante esta posibilidad, pero, enfatiza Smith: “La calidad crediticia de Estados Unidos no pende de un hilo en las manos de John Boehner. Estados Unidos no es España. Su rating es sólido (…) su carga de deuda bastante manejable, tal y como demuestran las bajas rentabilidades de sus obligaciones. La Oficina Presupuestaria del Congreso espera un repunte del ratio deuda/PIB, que llegará a un máximo en aproximadamente un año y luego comenzará a descender: no hay crisis fiscal”. El verdadero reto para la renta variable, concluye, “es la desaceleración de la economía y su efecto en las ganancias corporativas. Mantengan la vista puesta en el crecimiento nominal. Esa es la amenaza real”.

Por ahora, esta economía global “en recuperación” da “una de cal y otra de arena”, pero tras las ventas de ayer, las bolsas europeas han decidido rebotar, ignorando las turbulencias políticas del otro lado del Atlántico y centrándose en que Italia, casi con toda seguridad, se sobrepondrá a la “zancadilla” que le ha puesto Berlusconi a Letta (la mayoría de los miembros del partido del primero apoyará al segundo en la moción de confianza). Así, cierran esta primera sesión del mes de octubre con ganancias del 1% de media; que en el caso del Ibex 35 son del 1,69%, hasta los 9.341,50 puntos. El selectivo español, recuerda José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, “presenta una importante resistencia en los 9.350 puntos con extensión hasta los 9.400 puntos. Si fuera capaz de saltar con holgura y en precios de cierre por encima de este nivel no descartaremos los 10.000 puntos como cifra psicológica a lo largo de las próximas semanas”.

Sara Carbonell