El dólar estadounidense subió en forma generalizada el martes después de un día de descanso para los inversores de Estados Unidos y el Reino Unido. El yen japonés fue la única moneda del G10 que pudo mantener su cabeza a flote, gracias a los sólidos datos de abril de las ventas minoristas (3,2 % interanual frente al 2,3 % del pronóstico mediano). La moneda única acelera su devaluación en medio de los comentarios moderados de Mario Draghi ante el Parlamento Europeo. Ayer, el presidente del BCE dejó en claro que la institución no estaba lista para revertir sus estímulos fiscales en medio de las crecientes incertidumbres sobre las perspectivas de inflación. Los inversores se precipitaron a los bonos alemanes e hicieron caer los rendimientos a mínimos de varias semanas, arrastrando el euro a la baja. Los rendimientos de los bonos alemanes a 5 años cayeron a -0,44 %, mientras que los de 2 años llegaron a -0,72 %.

EURUSD

Después de recuperarse con fuerza durante la segunda quincena de mayo, el EUR/USD estuvo bajo presión recientemente dado que los inversores ya han descontado el ajuste monetario en la UE, mientras que se descuenta poco a poco la próxima alza de tasas de la Reserva Federal. Anticipamos más caídas, con el nivel de 1.10 (umbral psicológico y Fibonacci del 38,2 % por el repunte abril-mayo) como el primer objetivo.

Sin embargo, nuestra perspectiva alcista para el USD se mantiene altamente dependiente de los próximos datos de Estados Unidos, ya que la Fed necesita una base sólida para elevar los costos de endeudamiento de forma coherente. La medición favorita de la Fed con respecto a la inflación, el gasto personal básico, se publicará hoy y se espera que haya disminuido al 1,5 % interanual en abril, por debajo del 1,6 % de marzo. Los inversores también seguirán de cerca la evolución del crecimiento de los salarios, que se dará a conocer el viernes, ya que podría dar un impulso a las mediciones de inflación. Por otro lado, la tasa de desempleo y las Nóminas no agrícolas muy probablemente permanezcan en un segundo plano, dado que los últimos números impresionantes no lograron traducirse en mayores salarios para los trabajadores de los Estados Unidos.