Un entorno de muchas dificultades que hacen de 2011 un ejercicio  muy complicado.  Con esta idea ha comenzado Antonio Zoido, presidente de BME su discurso anual en la bolsa de Madrid con motivo de la tradicional comida de navidad que realiza la compañía. El mismo escenario que hace un año pero con algo diferente: "la confianza no ha vuelto". Es más "las acciones emprendidas han conseguido irónicamente encadenar la desconfianza de lo público a lo privado y de lo privado a los público, de manera que nos enfrentamos a un nudo difícil de desatar". 


Zoido ha reconocido que las dificultades por las que atraviesan muchos países "han sido creadas por sus propios actores  - gobiernos, ciudadanos e instituciones-  y cada país tiene que resolver sus asuntos y resolver sus propias tareas". ¿La de España? Se enfrenta dos retos. De un lado, solucionar sus propios problemas y por otro, enfrentar la situación de la Eurozona. El dirigente de la bolsa española reconoce que "el estallido de la crisis ha movido los cimientos de la financiación. Y uno de los aspectos que ha impuesto la crisis ha sido el convencimiento de que el volumen de endeudamiento del sistema debe reducirse y que el recurso excesivo al crédito no aporta solidez al crecimeinto económico sostenido".


En este sentido, tanto el nuevo entorno como las condiciones financieras "exigirán a las compañílas encontrar fuentes de financiación alternativas. Los mercados de acciones son una pieza clave  para un desarrollo económico sólido".

La retribución al accionista, un punto a destacar

Dentro de los puntos mencionados como "protagonistas" de este ejercicio 2011 - volatilidad en los indicadores, MAB, volúmenes afectados por la prohibición de los cortos...- Zoido a destacado la retribución  a los accionistas de las compañías de la bolsa española. Un pago que se ha incrementado un 45%, hasta los 33.247 millones de euros "que batirán un record histórico". Una retribución  de la que 27.801 millones corresponden a dividendos pagados en efectivo.

Con este escenario, y a pesar de la caída en las cotizaciones, el presidente de BME ha señalado que "las expectativas de inversión en acciones siguen siendo favorables. Aunque los beneficios empresariales del primer semestre de 2001 cayeron respecto a los del mismo período de 2010, el ritmo de este retroceso es menor al de la caída de las cotizaciones". Esta circunstancias - prosiguió Zoido-* provoca que "los precios de las acciones estén mucho más baratos y la Bolsa Española esté cotizando con un PER inferior a ocho veces, muy por debajo de su media histórica (15 veces) y cerca de los mínimos que se alcanzaron tras el derrumbe de  Lehman Brothers.