La decisión de la Fed podría conllevar serios problemas a los bancos en caso de que su salida de la crisis sea un espejismo. Ya se sabe que no ha gustado en las instituciones gubernamentales que las financieras se apresuraran a subir las primas a sus altos cargos cuando la devolución de las ayudas públicas todavía estaba en pañales. Así pues, en línea con la decisión de Obama de cobrar a los bancos el impuesto Financial Crisis Responsability Free en 2011. Esto ha espantado a los accionistas de bancos que se van de los valores haciendo caer, por ejemplo, a Bank of America un 0,31%, a Goldman Sachs un 0,21%, Citigroup un 0,58%


Pero, para quienes pudieran leer entre líneas que esta decisión por parte de la Fed pudiera adelantar una próxima subida de
tipos de interés del dinero, Lockhart ya ha aclarado que no debería interpretarse como un paso hacia una restricción de la política monetaria, que sigue siendo acomodaticia, y que los tipos siguen en niveles adecuados.

El dato macro más importante de la jornada a la otra orilla del charco, el IPC de enero, ha reflejado un aumento del 0,2%. Esta tasa está por debajo de lo que esperaban los especialistas, pues el mercado auguraba un ascenso de hasta el 0,3%. Esta menor subida demuestra una mejora de la inflación que descendió por primera vez desde 1982.

Poco después de la apertura de bolsa, los principales índices se teñían, en su mayoría, de rojo. Pocos valores se salvan dentro del Dow Jones y, entre los más afortunados, las farmacéuticas. Pfizer sube un 0,71% y Merck & Co. un 0,40%. Sin embargo, la segunda que más cae es precisamente una empresa de consumo. El líder mundial de los refrescos, Coca-Cola, se deja un punto porcentual, superada sólo por la apodada “corazón industrial de América”, General Electric. Se suele decir que esta empresa replica los problemas del país y esta jornada se puede decir que está enfermo porque el valor cae un 1,11%, más que ningún otro en el Dow Jones.

Cuando parecía que la crisis dejaba el mundo empresarial, el principal fabricante de vehículos del mundo, Toyota, la sufre con más fuerza. Los problemas técnicos de varios de sus modelos han acarreado pérdidas millonarias a la automovilística que ha cesado parte de su fabricación, ahora quiere el perdón del público. Su presidente, ), Akio Toyoda, dijo hoy que le gustaría explicar los problemas relacionados con los recientes ante el Congreso estadounidense la próxima semana. De momento, en la bolsa los inversores no perdonan este error y hacen descender las acciones de Toyota en el NYSE un 0,40%.