Respecto a las causas de la actual crisis del mercado, Weber señala que una de las lecciones que se deben aprender es que los inversores no calibraron adecuadamente los riesgos de ciertos productos en un momento en el que aún se veían apoyados por un contexto económico más positivo y fácil acceso a la liquidez. La interacción de las tendencias macroeconómicas y los factores financieros ahora está exacerbando los problemas. Sobre las recientes medidas del BCE para inyectar liquidez, Weber señala que han sido bien recibidas por el mercado. Por primera vez en sus casi diez años de historia,
el BCE ofreció la semana pasada financiación a seis meses a las instituciones financieras europeas. No obstante, Weber comenta que aunque el BCE puede proporcionar liquidez a los mercados monetarios, sigue percibiendo una falta de confianza en el crédito interbancario, algo que el BCE no puede cambiar.