Wall Street abre con caídas ante la fortaleza del mercado laboral de EEUU

Estados Unidos creó en noviembre 236.000 empleos (nóminas no agrícolas) y la tasa de paro se mantuvo en el 3,7%, muy cerca del mínimo reciente del 3,5%.

Los datos del informe mensual de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo vuelven a dejar cortas las previsiones de los analistas, que esperaban una cifra de nóminas ligeramente por debajo de las 200.000, el que hubiera sido el dato más bajo desde diciembre de 2020. Además, se han revisado al alza las cifras de octubre, pasando las nóminas de dicho mes de 261.000 a 284.000. La Reserva Federal tiene muy en cuenta los datos de empleo a la hora de tomar decisiones de política monetaria.

El informe de noviembre recoge un aumento de los salarios del 0,6% frente al 0,3% esperado y el 0,5% del mes previo. Asimismo, el indicador interanual pasa de un 4,9% a un 5,1%. Los analistas esperaban un aumento del 4,6%.

El del viernes es el último informe mensual de empleo antes de la reunión de la Reserva Federal del 13 y 14 de diciembre, en la que se espera que el banco central eleve los tipos de interés en un 0,50%.

Este viernes también se ve volatilidad en las compañías tecnológicas después de resultados decepcionantes en Asana, Zscaler y Marvell.

Wall Street cerró este jueves en terreno mixto y su principal indicador, el DOW JONES Ind Average, cedió un 0,56% al imponerse el nerviosismo por el informe sobre el mercado laboral en EEUU que se publica mañana.

Tras el toque de la campana en la bolsa de Nueva York, el Dow Jones recortó 194,76 unidades, hasta 34.395,01, y el selectivo S&P 500 descendió un 0,09% o 3,54 enteros, hasta 4.076,57. El NASDAQ 100, que aglutina a las grandes tecnológicas, se mantuvo a flote, con un avance del 0,13% o 14,45 unidades, hasta 11.482,45.

Este jueves se conoció un informe de gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) que fue ligeramente mejor de lo esperado mensualmente y una disminución mayor de lo esperado en el índice de manufactura ISM. El llamado deflactor PCE es uno de los indicadores de inflación preferidos de la Reserva Federal.

El deflactor de consumo privado PCE en octubre ha bajado hasta el 6% en tasa interanual, tras cerrar septiembre en el 6,3%. El índice ha sido publicado este jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Comercio estadounidense. En cuanto a la inflación subyacente, ha caído hasta el 5%, dos décimas por debajo del registro de septiembre.

El consenso esperaba un descenso en ambos indicadores, ya que había anticipado una caída de la inflación PCE subyacente hasta el 5%, como finalmente ha ocurrido, mientras que vaticinaba un descenso del índice general hasta el 6,2%, por lo que resultado final del 6% ha mejorado esta expectativa.

La actividad manufacturera de Estados Unidos se contrajo por primera vez en dos años y medio en noviembre, debido a que los mayores costos de endeudamiento pesaron sobre la demanda de bienes, si bien una lectura de los precios que pagan las fábricas por los insumos cayó por segundo mes consecutivo. El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) dijo el jueves que su PMI manufacturero cayó a 49 puntos el mes pasado. Se trató de la primera contracción y de la lectura más débil desde mayo de 2020, cuando la economía se tambaleaba por la ola inicial de infecciones por COVID-19, y siguió a una medición de 50,2 en octubre. Una lectura por debajo de 50 indica una contracción en la actividad industrial, que representa el 11,3% de la economía estadounidense.

“Tomados en conjunto, estos dos datos pueden sugerir un aterrizaje suave para la economía de EEUU, siempre que el crecimiento no caiga mucho más”, apuntó Chris Hussey de Goldman Sachs.