"Mirando hacia el futuro, la flexibilidad salarial tendrá que ser más amplia", destacó Trichet, quien también solicitó mayores inversiones en educación y formación laboral y una reforma de los servicios que "puede dar un soporte adicional a la recuperación y contener los incrementos de precios" una vez se recupere el gasto privado.

"Al final, estas reformas, que incrementan la productividad y la competitividad, ayudan a reequilibrar las cuentas externas en base permanente y reducen la dependencia de financiación externa",
explicó el banquero.

El presidente del BCE destacó que las reformas estructurales son necesarias y que no pueden posponerse ni en España ni en el resto de los países de la UE, a pesar de la crisis económica.

"Pero enfrentando estos desafíos, España puede construir en su pasado de progresos y éxitos consistentes desde que entró en la Unión Europea", para lo que puede centrarse en su mano de obra "joven y bien formada" y en sus "sólidas instituciones", recalcó el banquero francés.

Trichet insistió en la necesidad de aplicar estrategias de salida realistas y consolidación fiscal y subrayó que mientras algunos países están en una posición relativamente favorable por una gestión anterior prudente, otros están muy cerca de "perder la credibilidad".

ELOGIOS AL SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL.

España es uno de los países en los que la consolidación fiscal ha progresado más que en otros Estados, pero tendrá que asegurar su credibilidad fiscal en los años siguientes a través de un estricto cumplimiento de los requerimientos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), según explicó.

Trichet tuvo unas palabras de elogio para el sistema financiero español y destacó que es "fuente de fuerza y de orgullo nacional". "En muchos aspectos, España puede ser un ejemplo para la reforma del sistema global", ya que ha probado su resistencia a los 'shocks' en las etapas tempranas de la crisis.

El sistema financiero español ha construido "dinámicos colchones de provisiones" en los "buenos tiempos" y ha estado sustentado por una regulación y supervisión "prudente", aunque en el futuro serán necesarios ajustes según el comportamiento de la industria y tendrán que ser retiradas de manera conveniente las medidas de apoyo públicas al sector.

Sobre la situación económica global, Trichet destacó que la crisis "aún no ha finalizado" y subrayó que los tipos de interés están en un "nivel adecuado" según las expectativas de inflación.