La argumentación de la decisión descansa en los siguientes puntos:


La trayectoria del déficit probablemente se deteriore bajo la contracción económica

El Gobierno probablemente tenga que tomar nuevas medidas fiscales para ayudar al sector financiero
Crecen los riesgos para la evolución de las finanzas públicas, en términos de déficit y flexibilidad, debido a los pasivos que podrían aparecer en el futuro
El outlook negativo descansa en los riesgos importantes para el futuro en términos macro y fiscales
El Gobierno está tomando medidas estructurales que deberían ayudar a la economía a largo plazo
No cree que la reforma laboral pueda ayudar al empleo a corto plazo
La ayuda de la liquidez desde el ECB no sustituye la necesidad de reestructurar y reducir la deuda del sector financiero

Según la agencia de rating, "creemos que, en un entorno de recesión económica, la trayectoria presupuestaria de España probablemente se deteriorará con respecto a nuestras previsiones de enero de 2012", ha explicado en una nota de prensa. Tras recordar la desviación el déficit, situado en el 8,5% del PIB, y los objetivos de reducción hasta el 5,3% y el 3% para 2012 y 2013, S&P considera que "es improbable que se alcancen estos objetivos en el actual entorno económico y financiero".

La estimación de S&P para el déficit español lo sitúa en el 6,2% del PIB en 2012 y en el 4,8% para 2013, y señala que el "retraso en la adopción del presupuesto" para este año "ha podido reducir la capacidad del Gobierno para evitar desviaciones" de las cuentas públicas.

Según esta agencia de calificación crediticia, las Comunidades Autónomas son las responsables de las "desviaciones presupuestarias" detectadas en 2011. S&P aboga por que el Ejecutivo de Mariano Rajoy lleve a cabo un "esfuerzo importante" de consolidación fiscal, incluyendo aquí un "marco estricto de control presupuestario" de las CCAA.

Moody's mantiene el rating para España en este momento de A3 (outlook negativo) y Fitch de A (negativo).
S&P espera que el déficit público este año acabe en el 6.2 % y niveles del 4.8 % del PIB el próximo ejercicio.