La caja de ahorros presidida por Isidre Fainé, que adjudicó el 52% del importe a inversores de fuera de España, se convirtió así en la primera entidad en emitir deuda avalada por el Estado en el marco del plan de inyección de liquidez. La demanda para estos bonos, con un plazo de amortización de tres años, superó un 50% a la oferta, hasta los 3.000 millones. Entre los países más activos destacó Gran Bretaña, con el 34,5% de la demanda, Alemania (7,7%), países asiáticos (5%), e Italia (1,3%).
El rating de esta emisión ha sido de 'Aaa' y 'AAA' a largo plazo por las agencias de rating Moody's y Fitch, respectivamente, el máximo posible para este tipo de emisiones.
La Caixa destacó que de esta manera refuerza su holgada posición de liquidez de 26.591 millones de euros, el 10,1% de los activos a 30 de septiembre de 2008, lo que le permitirá seguir siendo prestador neto permanente en el mercado interbancario y continuar dando respuesta a las necesidades de créditos de sus clientes.
La caja recordó que ya reabrió el pasado mes de abril el mercado de cédulas hipotecarias para inversores institucionales con una emisión de 1.500 millones de euros.

