La cobertura de estos bonos se da tanto por las hipotecas como por el crédito de las instituciones financieras que los emiten. Para los bancos emisores poseer estos bonos implica menores requerimientos de capital, ya que estos bonos se venden con una prima frente a los bonos convertibles ordinarios.Los propietarios de una vivienda pueden amortizar su hipoteca en el momento que deseen mediante la compra de bonos. Puesto que la tasación de la vivienda y la cotización de los bonos tienden a variar casi al mismo tiempo, los propietarios reducen las posibilidades de enfrentarse a una pérdida de valor.Tras las pérdidas anunciadas por Fannie Mae y Freddie Mac que han llevado al Gobierno estadounidense a adoptar la decisión de financiar con dinero público a estas empresas, no ha habido cambios en los equipos directivos de ninguna de las compañías. Según Soros, los directivos tienen en cuenta que de contar con el dinero que les ofrece ese cheque en blanco perderían con toda probabilidad sus cargos. Por ello harán cuanto puedan por no solicitar más capital.Las medidas que han tomado ambas hipotecarias suponen la reducción del número de hipotecas, el aumento de las tarifas por sus actividades de compensación de seguros y el endurecimiento de las condiciones de préstamos.Con todo esto, la posibilidad de recurrir a una hipoteca está siendo cada vez mayor, al tiempo que el número de casas en venta se dispara mientras continúan cayendo los precios de las mismas. Ante esta situación las políticas de las dos mayores hipotecarias respaldadas por el Gobierno estadounidense son contraproducentes, ya que un menor precio de las viviendas redunda en pérdidas, lo que aumentaría su insolvencia.En opinión de Soros, el remedio dado para la crisis de Fannie Mae y Freddie Mac no supone una solución real, sino solo un aplazamiento de la misma, lo que hace que aumente el riesgo de que la crisis inmobiliaria vaya a peor.