Sony prevé además números rojos netos y operativos para el actual ejercicio fiscal, que concluirá en marzo de 2010.

En el pasado año fiscal Sony tuvo una merma de las ventas en sus principales áreas de negocio, sobre todo en juegos (18 por ciento) y dispositivos electrónicos (17 por ciento), donde sus éxitos tradicionales como la PlayStation, los aparatos musicales o las pantallas han tenido que lidiar con competidores mejor posicionados.


La compañía, que depende en su mayor parte de mercados exteriores, cerró un año aciago con unas ventas de 7,1 billones de yenes (54.620 millones de euros) y sólo sus discográficas musicales, que no llegan al 10 por ciento de las ventas, tuvieron ganancias.

La división de electrónica, la más importante de la compañía, se vio seriamente afectada por la caída de la demanda en todo el mundo, algo que también ha perjudicado a otras compañías niponas del sector.

En electrónica de consumo, Sony ha visto cómo aumentaba la competencia por parte de otros productos como los dispositivos musicales de Apple y las pantallas planas, y sus dispositivos de juegos no consiguen ganar la partida a Nintendo.

Además, Sony adelantó hoy que empeorará sus resultados en el actual año fiscal, que finaliza en marzo de 2010, y seguirá atascado en una pérdida neta de 120.000 millones de yenes (923 millones de euros).

Para cuando termine el ejercicio de 2009, Sony espera una pérdida operativa, por actividad ordinaria, de 110.000 millones de yenes (846 millones de euros), con caída de ingresos en las principales áreas de negocio por segundo año consecutivo.

Para enfrentarse a esta crisis de ventas, la compañía está llevando a cabo un plan de reestructuración que aumentará los gastos asociados y lastrará sus resultados a corto plazo, aunque espera que las ventas caigan menos, un 6 por ciento, en el actual año fiscal.

El plan para reflotar Sony pasa por el recorte de 16.000 empleos en todo el mundo, el cierre de plantas (cuatro en Japón y cuatro en el extranjero, entre ellas una en México) y la reducción de las fábricas de pantallas de televisión en Japón.

Con todo, Sony espera ahorrar hasta 300.000 millones de yenes (2.311 millones de euros) en el actual año fiscal y pasar de 57 plantas a 49 en todo el mundo.

Por regiones, Estados Unidos fue el mercado de Sony donde más se erosionaron las ventas, con una caída del 20 por ciento, seguido de Europa, donde perdió un 17 por ciento, y Japón, con una reducción del 14 por ciento.