Sony también revisó hoy a la baja su proyección de ventas para el actual ejercicio fiscal, que ahora sitúa en 7,7 billones de yenes (86.170 millones de dólares) cuando en octubre esperaba que fuesen de 9 billones de yenes (100.720 millones de dólares).

En un comunicado, la empresa informó de que la revisión a la baja de sus resultados se debe a "un deterioro en el entorno empresarial como resultado de la ralentización económica mundial, la continua apreciación del yen, el impacto de la caída en el mercado bursátil japonés y un aumento de los costes de reestructuración".


El consejero delegado de Sony, Howard Stringer, ofrecerá esta misma tarde una rueda de prensa en la que se espera detalle el plan de reestructuración que llevará a cabo la empresa para hacer frente a la crisis.

Según el diario Nikkei, Sony planea despedir a más de 2.000 empleados y cerrar una de sus dos fábricas de televisores en Japón.

El mes pasado, la compañía anunció sus planes de reforma y dijo que prescindirá de 16.000 trabajadores, 8.000 fijos y otros 8.000 temporales en todo el mundo, pero hasta ahora no ha especificado dónde hará los recortes de plantilla.