La cotización de la eólica está marcada por su recuperación en el plan operativo, en el que en el primer trimestre sus pedidos han aumentado un 70%, pero también por el conflicto entre sus accionistas de referencia: Siemens e Iberdrola, que se intensificó la semana pasada en la reunión que mantuvieron ambos presidentes en Madrid.
Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, reclamó que la presidencia de Siemens Gamesa sea independiente y que el consejero delegado de la compañía sea contratado por un cazatalentos, en detrimento de la actual presidenta no ejecutiva Rosa García y el consejero Markus Tacke. La eléctrica española también denunció la retribución por objetivos del consejo de administración de la eólica y anunció que llevaría el caso a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que tome nota de la situación.
La respuesta del gigante industrial alemán, que controla el 59% de las acciones de la eólica, fue Iberdrola puede vender su porcentaje del 8,1% en el mercado si no se encuentra cómoda en el accionariado. El tono del presidente y consejero delegado de Siemens, Joe Kaeser, fue conciliador pese la sugerencia, remarcó que el acuerdo con Iberdrola se está cumpliendo en su totalidad y reconoció que el primer año de la fusión no fue exactamente como les habría gustado y entiende que algunos accionistas, entre ellos Iberdrola, no hayan estado contentos.
Además del mal año en bolsa de Siemens Gamesa que se produjo en 2017, otro de los episodios de mayor controversia entre las partes se dio en la última junta de accionistas celebrada el 23 de marzo. En el cónclave los consejeros de Siemens votaron en contra de los dos puntos que Iberdrola quería incluir en el orden del día: la garantía de que la sede seguirá en Zamudio (Vizcaya) y que las compras al grupo Siemens contaran con el respaldo del consejo de administración y de un consejero independiente para no perjudicar a los proveedores españoles.
La eléctrica, además de accionista de la eólica, es a su vez uno de los clientes principales de Siemens Gamesa. Iberdrola ya ha demostrado en este tira y afloja entre las partes que no le tiembla el pulso a la hora de relacionarse con la competencia, como demuestra el hecho de que Siemens Gamesa perdiese recientemente parte del contrato de mantenimiento de los aerogeneradores de Iberdrola en España y Portugal, en favor de la danesa Vestas. Siemens Gamesa es el segundo proveedor mundial de turbinas eólicas, con una cuota de mercado del 16,6%, mientras que Vestas tiene una cuota del 16,7%, según el informe de FTI Consulting.
“A Galán no le gusta Markus Tacke, le acusa de no haber sabido transmitir al mercado el ‘profit warning’ de octubre. La cúpula de Siemens Gamesa tiene que demostrar que puede devolver a la compañía a ocupar una posición de liderazgo en el sector, porque de momento la comunidad inversora ve en el consejero delegado un ejecutivo indiferente ni bueno ni malo. Si se produce un cambio en la dirección no se va haber una corrección en su cotización”, apunta Javier Díaz, analista de Ahorro Corporación.
El experto, además, señala que si Iberdrola no nota ningún tipo de acercamiento por parte de Siemens, la eléctrica podría forzar el pacto parasocial de accionistas firmado en junio de 2016 con el objetivo de salir al precio de la venta de su participación a 22 euros o el precio de cotización del día del incumplimiento más una prima del 30%. Algo que, de momento, Iberdrola no contempla.
La fusión de la división de renovables de Siemens con Gamesa fue apoyada por Iberdrola a cambio de una serie de condiciones, lo que permitió a la filial del grupo alemán no tener que presentar una opa, por lo que ahora la eléctrica podría sugerir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que varíe su decisión por no estar cumpliéndose el acuerdo, según recoge la Agencia EFE.
A nivel operativo, el crecimiento en el número de contratos llevó el pasado viernes a que Goldman Sachs le mejorase el precio objetivo de 12,5 euros a 13,5 euros. El banco de inversión estadounidense mejoró a su vez las previsiones de beneficio en el corto plazo para reflejar la mejora de volúmenes esperados.
En opinión de estos analistas, las previsiones de ingresos para el trienio 2019 se incrementan un 3,5%, mientras que el beneficio por acción subiría un 7,6% de media en esos años. Con todo, esta mejora no provocó que los analistas mejorasen su recomendación y reiteraron su decisión de mantenerse neutrales.
El consenso de los analistas mantiene en Siemens Gamesa el ‘cartel’ de mantener con un precio objetivo de 14,7 euros por acción, con un potencial de revalorización del 8,76%. Entre los argumentos de peso para comprar las acciones de la industrial con sede en Zamudio está la rentabilidad por dividendo del 28,9%, que la convierte en la compañía del Ibex más ‘generosa’ con la retribución al accionista. Se encuentra barata con un PER (ratio precio-beneficio) de nueve veces, aunque para 2019 se espera que llegue a las 21 veces.
“En 2018 esperamos que su cotización todavía no repunte con fuerza porque sus resultados aún no van a recoger el aumento de los pedidos, pero en 2019 sí creemos que el precio va a subir como consecuencia de su actividad comercial. En el corto plazo los inversores han penalizado la falta de visibilidad de su negocio y la pérdida de contratos importantes en Estados Unidos e India”, concluye Javier Díaz.