Y son precisamente esos resultados que vamos conociendo (ayer Intel por encima de las previsiones, veremos hoy
JP Morgan) los únicos que podrán mantener la actual tendencia alcista al menos en el corto plazo. El inversor de Wall Street se muestra por un lado muy confiado sobre la situación actual de las empresas norteamericanas, (aunque desearía que la actual “guerra de divisas” llegara a su fin y así poder mejorar el balance de aquellas empresas tan sensibles a los mercados exteriores, sobre todo las del sector tecnológico); y por otro, sigue muy preocupado con los actuales niveles de desempleo del país… ¿les suena? Si, ya sé que salvando las grandes distancias que nos separan, y con una tasa de desempleo que duplica la de EEUU, pero hay que reconocer que las empresas de nuestro país siguen gozando de la confianza de los inversores. Un dato adicional trae más incertidumbre al S&P norteamericano
y a todos los inversores de Wall Street y es que todos ellos siguen con un ojo puesto en las elecciones del próximo 2 de noviembre donde serán renovados todos los 435 escaños de la Cámara de Representantes y los 100 escaños del Senado.

Tengamos en cuenta que los republicanos tienen muchas ganas de “echar mano” a la actual política fiscal de la administración Obama como una vía adicional de reactivación económica, ya que siguen considerando que una rebaja de la tasa impositiva actual reactivaría el consumo interior en el corto plazo con la consiguiente mejora del mercado laboral norteamericano. Por su parte Obama, (muy desgastado tras la reforma sanitaria), sigue apostando por un crecimiento vía exportaciones, pero vemos como Pekín le ha parado los pies.

Conclusión, esta semana y la siguiente nos confirmarán si la tendencia alcista del S&P continua, o por el contrario, se toma un breve respiro. Y digo breve, porque sigo viendo un mercado alcista hasta diciembre.

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