Es lícito ponerse corto en una compañía y jugar en el mercado a que ganaremos más cuanto más pierda en bolsa, pero alguen puede pensar que aquí podría entrar en juego la ética. Si descapitalizar una empresa, con todo lo que eso conlleva, plantilla incluida se debe hacer para ganar dinero en el mercado, directamente o a través de derivados. 

Y sobre eso se abre además un gran abanico de temas añadidos. Si es sano para el mercado y él mismo se autoregula ¿por qué la CNMV suspendió las posiciones cortas durante los meses más duros de la pandemia?. Y otras preguntas quedan en el aire. Por ejemplo,¿debe aumentar la Comisión Nacional del Mercado de Valores el control sobre las mismas, sobre los dueños de las acciones prestadas o la labor de los depositarios de los títulos que se prestan?. 

A esto se suma además la transparencia ¿qué les parece que sólo sea necesario publicar  las posiciones cortas a partir del 0,5% de su capital? De momento desde el 13 de mayo, la ESMA, la Autoridad Europea de Valores y Mercados obliga a informar de cualquier posición corta superior al 0,1% del capital de un valor, pero sólo lo conocen los supervisores. 

Cuéntennos cuál es su opinión sobre este asunto, si están a favor de las posiciones cortas, si están en contra de los bajistas o cuáles son los matices que deberían marcar la diferencia con cómo se mueven los que apuestan a la baja en nuestro mercado bursátil en estos momentos.