Digamos que el mercado ha querido ver sólo la parte positiva de la subasta a 5 años del tesoro que ha tenido una buena acogida y el coste “sólo” ha sido un 4% más caro. Si comparamos con la anterior subasta a 5 años, donde el coste subió un 26%, parece que ha sido todo un éxito. Pero no olvidemos que esta vez la subida es de un 4% sobre la anterior, que ya era un 26% más cara.

En definitiva, la conclusión es que se ha querido ver la cara más positiva de la moneda. Y tanto ha sido así que la bolsa Española ha hecho caso omiso a datos como la rebaja de rating por parte de Moody´s de cinco comunidades autónomas de España o el informe que ha publicado Merril Lynch donde da como posible la petición de ayudas de España a la UE (lo que, en otras palabras, es una quiebra) y elecciones anticipadas en nuestro país.

Y para más inri el miércoles fue el primer día en que se aplica la subida del IVA. Subida que al menos en el corto plazo lastrará el consumo, dado que reduce la capacidad adquisitiva de los individuos que parece que han adelantado sus compras más importantes. Habrá que tener muy en cuenta estas anticipaciones en las compras de productos de gran cuantía cuando nos muestren un PIB del segundo trimestre mejor de lo esperado, pues no indicará un cifra real de crecimiento en caso de que ese dato sea positivo.

A pesar de que el BCE lanza un balón de oxígeno a la banca con préstamos de 111.200 mill de Euros a 6 días, y de que la subasta del BCE a 3 meses de ayer tuvo menos a cogida de la esperada (lo cual es positivo), al resto de Europa se le ha antojado mirar hacia otro lado. Posiblemente hacia el mal dato de paro semanal en EEUU, que augura un mal dato mañana del desempleo en el mes de junio en este país.

Por otro lado, tanto el dato de ISM de manufacturas como el Pending Home Index de EEUU (ambos datos con muy fuerte influencia en los mercados) han sido mucho peor de lo esperado lo que nos hace ver que nuestro punto de referencia para salir de la crisis, que hasta ahora había sido Estados Unidos, también tiene problemas fuertes de déficit y de desempleo haciendo más fuerte la teoría de una nueva recesión en forma de “W”.
Tampoco ha pasado por alto el mal dato de ayer de PMI de manufacturas de China, que lastra con fuerza el precio de las materias primas y acrecienta los rumores de que el gran gigante asiático podría disminuir su crecimiento y, por tanto, el consumo en el que se basan muchas empresas mundiales.

Soledad Pellón, Estratega de IG Markets