Según ha explicado el responsable de los negocios del Santander en Reino Unido, Antonio Horta-Osorio, esta decisión beneficiará a los 25 millones de clientes del banco en el país, ya que, desde finales de 2010, podrán operar en cualquiera de las 1.300 oficinas que componen la red del grupo en Reino Unido.


Al respecto, Horta-Osorio aseguró que la entidad mantendrá o incluso incrementará ligeramente esta red de oficinas, que le colocan como quinto banco en el Reino Unido por número de sucursales, y que la integración de marcas no supondrá ninguna reducción de plantilla adicional a los 1.900 despidos ya anunciados.


Abbey, adquirido en 2004 y que ya está integrado tecnológicamente, y Bradford&Bangley, cuyos depósitos y red comercial se compraron en 2008, cambiarán de nombre en el primer trimestre de 2010. Mientras, A&L, que se adquirió completamente el pasado octubre, tardará un poco más y no contará con la marca hasta la segunda parte de ese año.

El director general de Comunicación y Estudios del banco, Juan Manuel Cendoya, destacó que, en 2004, cuando se adquirió Abbey, el Santander era casi un banco desconocido en Reino Unido y en el país había además "una sensación de gran escepticismo".

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