Aunque, por otro lado, la política monetaria europea no había sido nunca tan expansiva
como en la actualidad. El hecho de que otros bancos centrales, como es el caso del norteamericano, haya reiterado su intención de mantener unas condiciones monetarias incluso más laxas, no predispone a mantenerlos en Europa. Es cierto que el Euro no ha hecho otra cosa que apreciarse con fuerza en los últimos meses, pero su sobrevaloración (frente al Dólar) no supone una amenaza para la recuperación económica al mismo tiempo que limita la inflación importada desde el mercado de commodities. ¿Qué puede impedir entonces que vuelvan a subir los tipos de interés en esta reunión de mayo? Me quedo con la prudencia del BCE.

Debemos entender que el BCE inició en abril la normalización de la política monetaria. La subida de tipos fue el inicio de un proceso, que no una decisión puntual. Y se puede cuestionar el momento de la subida, pero no la propia decisión. El mercado, pese a que nos duela a todos los que tenemos hipoteca, también lo ha entendido así. El euribor a 12 meses se ha elevado durante el mes pasado a niveles bien por encima del 2.0 % frente al 1.25 % de tipos oficiales en la actualidad. La curva de tipos anticipa la evolución de los tipos de interés oficiales en el tiempo. Y ahora nos dice que hasta el segundo trimestre del próximo año los tipos de interés oficiales podrían subir un punto. Estoy básicamente de acuerdo, aunque reconozco que el error, si existe, puede ser porque nos quedemos cortos. El nivel neutral de tipos de interés en Europa sería del 3.0 %, aunque no espero que se alcance antes de 2013. Reconozco que es también un deseo.

Como nos dijo el presidente del BCE en su última reunión, la autoridad monetaria europea nunca avanza la decisión futura de tipos. Y esto es especialmente cierto en estos momentos, con demasiados factores de riesgo e incertidumbre encima de la mesa. Desde la Crisis de deuda soberana latente en Europa hasta la posibilidad de nuevas tensiones, por el mismo motivo pero también diferentes en el formato, en Estados Unidos y Japón. El riesgo latente derivado de la continua debilidad del sistema financiero. La subida de los precios del crudo y otras commodities va más allá de cuestiones de demanda, advirtiéndonos de factores estructurales. Y la inflación en países emergentes es un riesgo muy real. Factores que pueden afectar a la demanda, amenazando la recuperación económica. Una recuperación fuerte para el conjunto de la eurozona, pero también desigual entre países. Aunque también factores de riesgo para las expectativas de inflación a medio plazo. Se puede optar por no hacer nada, dejando que los riesgos, todos los riesgos anteriores, se materialicen y focalicen. O se puede decidir comenzar a subir los tipos buscando una posición más neutral que no suponga nuevos riesgos a medio y largo plazo. El BCE ha optado por esto último, aunque al mismo tiempo nos dice que lo hará de forma cautelosa. Tiene sentido, ¿verdad?.

Es verdad: el BCE tiene menos margen de maniobra que la Fed a la hora de actuar. Pero, aparentemente, tienen responsabilidades similares. Al menos es lo que piensa buena parte del mercado. Sin embargo, los consejeros de la autoridad monetaria europea consideran que son los políticos los que no están tomando las decisiones adecuadas para luchar contra la crisis de deuda soberana. Como tampoco tomaron decisiones apropiadas a la hora de zanjar la debilidad del sistema financiero confiando, siempre ocurre, que el paso del tiempo sea una solución. La subida de los tipos de interés es también una forma de delimitar las responsabilidades de cada autoridad en política económica. Recordando de esta forma que la política monetaria ya ha cumplido en su mayor parte con su cometido.