Quabit Inmobiliaria se encuentra en una fase de entregas muy intensa que se  acentuará sólidamente durante los próximos meses. A pesar de los efectos del Covid-19 en el mercado residencial,  Quabit ha entregado hasta el tercer trimestre de este año 575 viviendas, lo que supone un incremento del 827,4%. 

En paralelo, la compañía ha cerrado septiembre con 1.794 viviendas en fase de entrega y construcción con 411 millones de facturación prevista; y ha obtenido licencia de obras para 5 promociones más con 286 viviendas. Es importante destacar que los proyectos en construcción y el nivel de preventas permiten prever un  incremento en el nivel de entregas en 2021. 

Sin embargo, el cierre temporal de los puntos de venta y las restricciones a la movilidad nacional e internacional han  afectado a la tendencia positiva que seguían los niveles de preventas hasta el mes de marzo (+6%), lo que ha  supuesto una disminución del 42,6% hasta las 337 viviendas durante los nueve primeros meses de 2020. 

Tras la finalización del estado de alarma, la compañía presidida por Félix Abánades constata la mejora en el  comportamiento de la demanda y de los niveles de preventas, aunque se impone el criterio de prudencia mientras persista la incertidumbre económica y laboral. Por otra parte, prácticamente no se han producido  resoluciones de contratos de compraventa. 

Con todo, en cualquier caso, la cobertura de ventas es amplia. La cartera total de preventas se sitúa en 1.447 viviendas, equivalente a 300 millones de euros de ingresos futuros, y que representa el 57% de la cartera  comercial actual (en total 2.546 viviendas). Incluyendo las promociones en precomercialización y los proyectos en diseño, la cartera total de Quabit suma 3.471 viviendas repartidas en 52 promociones, con un importe estimado de facturación de 765,3 millones de euros. 

En este escenario, Quabit ha mejorado notablemente su cifra de negocio, que alcanza los 130,7 millones de  euros, un 424.2% más que en el mismo periodo de 2019, debido, fundamentalmente, al mayor número de entregas (103,8 millones de euros). En el incremento de la cifra de negocio también ha sumado la operación de cancelación de deuda con SAREB mediante la entrega de suelos por valor de 19,9 millones de euros y la aportación de 6,9 millones de ingresos con terceros provenientes de Quabit Construcción (antes Rayet Construcción). 

El EBITDA del primer semestre empeora un 7,1% (–10,6 millones de euros) a pesar de aumentar el volumen de  entregas, ya que éstas corresponden a promociones que han aportado un margen bruto porcentual menor que las  de 2019, debido fundamentalmente a las tensiones en los costes de construcción y los mayores gastos financieros  por los retrasos en los plazos de terminación de los proyectos y en las escrituraciones que ha generado la crisis del  Covid-19. Este efecto se debería ir corrigiendo por el doble impacto de la mejora en margen bruto porcentual  y de las medidas adoptadas para reducir los gastos de estructura. 

Con respecto al Resultado de Explotación (-49,7 millones de euros), se ha visto impactado negativamente por la  provisión de deterioro del valor de los suelos, por un importe de 37,6 millones, registrada en el mes de marzo, y por  otras provisiones por importe de 2,7 millones de euros. Además impacta negativamente en este trimestre la venta de  un suelo en dación en pago que produce pérdidas de 3,7 millones de euros. 

El Resultado Financiero (-7,4 millones de euros) refleja el mayor peso de la deuda corporativa no activable y al registro de un deterioro de cuentas financieras por importe de 2 millones de euros. 

Con todo, el Resultado Antes de Impuestos empeora en 42,9 millones de euros, pero ese empeoramiento sería  sólo de 5,3 millones de euros de no haberse realizado, debido a la pandemia, la provisión de deterioro de 37,6  millones 

La Deuda Neta disminuye en un 9,7% hasta los 269,9 millones de euros como consecuencia de las entregas de viviendas. 

La compañía posee un banco de suelo consolidado con más de 736.000 metros cuadrados edificables de los  que, aproximadamente, el 66% corresponde a suelo ready to build y el 34% está en planeamiento. Se trata de  una cartera atractiva por su ubicación (en zonas con alto potencial de demanda fuera de los centros urbanos), y por  la tipología del producto residencial a desarrollar (con un peso significativo de la unifamiliar), todo ello en línea con la  potencial nueva demanda actual. 

En este escenario, el Presidente de la compañía, Félix Abánades, ha explicado que, “en un contexto tan  complicado como el actual, hemos conseguido entregar casi 600 viviendas y tenemos cerca de 1.800 viviendas en  fase de entrega y construcción. No obstante, debemos ser cautos con las previsiones porque mientras no se despeje  la incertidumbre económica y laboral, el mercado inmobiliario no recuperará el ritmo de actividad que tenía antes de  la pandemia. En cualquier caso, y en referencia a la obra nueva, la demanda va recuperándose ligeramente, no se  prevé gran debilidad en los precios y los niveles de producción están por debajo de la necesidad estructural de  vivienda. Pero como antes decía, la evolución final de la economía, los salarios y el empleo será lo que nos permita  tener un mayor grado de certeza para hacer previsiones realistas. Nosotros estamos trabajando activamente en  diferentes fórmulas para superar los efectos de la crisis con la confianza en que el control de la pandemia en los  próximos meses y la recuperación económica de 2021 vuelvan a impulsar el mercado inmobiliario”. 

Medidas extraordinarias para afrontar el impacto del Covid-19 

En este periodo, Quabit se ha centrado en afrontar las consecuencias de la pandemia y en adaptar la actividad y su  estructura a la realidad que se ha impuesto desde el mes de marzo. El objetivo es preparar tanto la estructura  organizativa como la financiera para retomar la senda de crecimiento en el momento en que comience la  esperada y previsible recuperación en 2021. 

El Plan de Negocio actual deja de tener vigencia y Quabit se encuentra en pleno proceso de reconsideración de  sus objetivos para adecuarlo a las expectativas de negocio de los próximos 2-3 años. En un primer análisis, ha  procedido a registrar la mencionada corrección de valor de su cartera de suelo que afecta, principalmente, a los  suelos en planeamiento al ser los que mayor impacto podrían recibir ante las incertidumbres derivadas de la crisis de  la pandemia. 

También ha cerrado con éxito dos operaciones de reestructuración de deuda para afrontar con mayores  garantías el impacto de la crisis, la primera con Avenue Capital y la segunda con SAREB, que han reducido los  vencimientos de 2020 y 2021 en 80,7 millones. 

Además, ha ralentizado las inversiones en suelos y la puesta en marcha de nuevos proyectos,  fundamentalmente de segunda residencia ubicados en costa, y se han paralizado temporalmente 4 obras de  construcción en promociones con un bajo nivel de preventas 

Quabit también ha adoptado medidas para contener el coste de la estructura operativa, como la reducción del  20% del salario bruto del Consejo e Administración, la ejecución de un ERTE por causas productivas y un plan de  reducción de gastos generales. 

Desde la declaración del estado de alarma, Quabit ha estado monitorizando la situación y diseñando protocolos de  actuación para tratar de minimizar los efectos de esta crisis en el negocio de la compañía. En este sentido, Quabit  aceleró su proceso de digitalización y diseñó el ‘Programa Quabit de Compra Online’. También, para incentivar la  demanda, ha desarrollado el ‘Plan de Ayudas Compra Primera Vivienda’ y regala un seguro de pagos con  cobertura desde la firma del contrato hasta la entrega de llaves.