Decirle a un inversor que ha perdido en tan sólo dos días el 70% del valor de sus acciones que espere, puede resultar harto complicado. Sin embargo, no queda otro remedio. Pescanova solicitó el pasado viernes el preconcurso de acreedores. Una noticia que pilló por sorpresa a inversores, es raro que este tipo de información no hubiera trascendido dejando tras de sí una penalización “injustificable” en su cotización, y a analistas. Quizás estos últimos con mayor asombro, teniendo en cuenta que era una de las recomendadas de la bolsa española. Una vez suspendida de cotización, Carlos Ladero, analista de WalWood Spain
describía como “curiosa” la dimisión de uno de los consejeros hace unas semanas así como la venta del 1.5% de la participación que otro consejero tenía de Pescanova. Hablamos de la venta de insiders que, desde luego, mosquea”, explicaba en el artículo “Pescanova, alcista pero ¿se avecina la catástrofe?
Principales accionistas de la compañía. Fuente: Bloomberg
Aunque lo que resaltan los expertos es la falta de información sobre el tema. La compañía no quiso firmar sus cuentas, incluso algunas fuentes confirmaron que podría estar detrás la falta de acuerdo de la compañía con sus bancos acreedores, según El Economista. Ese es, a día de hoy, el mayor problema que tiene la compañía “más en no firmar sus cuentas que en su situación financiera”, explica Ladero. Pues no sabemos si “se trata de un pufo o realmente es un problema de gestión”. La compañía pesquera se enfrenta a compromisos con bancos y cajas por valor de 830 millones de euros a lo que hay que sumar cerca de 492 millones procedentes de los acreedores comerciales. Rafael Ojeda, director de análisis de Miramar Capital EAFI explica que el problema de la compañía viene del saldo deudor “bastante importante y es el mismo problema que el de otras compañías: el mercado está seco a la hora de solicitar líneas de crédito. Si esto mismo hubiera sucedido hace seis o siete años, no hubiera tenido problemas de financiación de su deuda”. Ha vivido por encima de sus posibilidades, que dirían algunos.
No hacer nada hasta ver sus cuentas
La compañía además no podrá firmar resultados “hasta que no cubra la deuda que tiene o bien venda participaciones”, reconoce Juan Enrique Cadiñanos, jefe de análisis de Hanseatic Brokerhouse. “Pese a la deuda, el negocio es rentable y necesitará de una ampliación de capital de 500-600 millones, que es lo que propone la banca acreedora”, reconoce el experto de WallWood Spain. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que no tengamos sorpresas en las cuenta de 2012. Cuando se aclare el tema, prosigue, quizás sí sea una buena oportunidad “siempre que no haya pufos y pongan a Damm (segundo accionistas de la compañía) al frente, en caso de plantearse dicha ampliación”.
Los expertos de Banco Sabadell advierten en Bolsamania que la única solución “es llegar a un acuerdo acuerdo con las entidades financieras condicionado a la venta del negocio de salmón en Chile y así salvar el impacto financiero de corto plazo”. Estos analistas explican que “ante la falta de información del hecho relevante y la imposibilidad de poder cuantificar este riesgo”, han situado su recomendación bajo revisión.
Y ahora, la acción. Llegados a este punto, es difícil tomar decisiones. Lo más destacable es la fuerte penalización que ha tenido el valor en tan sólo dos jornadas – ayer, recordamos no pudo cotizar más que un movimiento en la sesión- en un comportamiento “lógico en un valor pequeño y estrecho”, explica Ojeda. Cuando las compañías van mal “en valores tan estrechos, el pánico hace que su cotización se derrumbe un 60%. Algo bastante significativo, pero razonable tras la presentación de preconcurso de acreedores”.
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Ahora bien, la compañía continuará porque no creo que tenga problemas teniendo en cuenta que se trata sólo de un problema de liquidez”. En caso de “agujero” sin declarar, hay expertos que incluso ven al valor en cero euros. Por lo tanto, en caso de estar “pillado” en la compañía hay que esperar a ver qué pasa. Vender y asumir pérdidas o esperar a ver cómo acaba el culebrón, reconoce Ladero.
Tras los fuertes recortes que está sufriendo estos días “es posible que veamos una recuperación de los precios”, admite el jefe de mesa de Hanseatic Brokershouse. Eso sí, también lo es que “los precios podrían suspenderse en alguna otra ocasión en próximas sesiones, por lo que no me decantaría por estar invertido en ella. Hasta que no veamos una recuperación, sólo realizaría posiciones intradiarias”, concluye.