Esta sentencia, que habitualmente se cambia por cadena perpetua si el acusado no reincide en los dos años siguientes, condena a Li por aceptar sobornos por valor de 16,48 millones de yuanes (2,58 millones de dólares) y tráfico de influencias.


A pesar de que el acusado se entregó y devolvió el dinero procedente de los sobornos, que fue a parar a las arcas del Estado, esto no ha servido como atenuante a la hora de dictar sentencia.


Fuentes de China Mobile consultadas por Efe declinaron valorar el caso de "un trabajador que ya no pertenece a la compañía y que, por tanto, no conserva ninguna vinculación con China Mobile" y remitieron a su página web oficial en el caso de que la empresa decidiera pronunciarse al respecto.

Esta condena a muerte se suma a las del exsubdirector general de la compañía, Zhang Chunjiang, y al del también directivo Shi Wanzhong, condenados en los mismos términos este año.