OHL se mueve en el mercado al son que marca un irregular septiembre que acaba de terminar, aunque consolidando sus ganancias anuales, sin perder un ápice de vigor. Volatilidad para el valor, mientras afianza su accionariado y sigue sumando contratos de importancia a su cartera.
Entre ellos vamos a destacar el proyecto de ampliación del metro de Estocolmo, en Suecia, para construir tres túneles y una estación subterránea hasta el año 2025 por un montante de 86 millones de euros, siendo éste, además, el segundo contrato que consigue este mismo año en el mismo proyecto.
También se suma otro contrato, en este caso ferroviario, en el que se establecerán en la República Checa, las obras necesarias para reconstruir un tramo de doble línea entre las localidades de Asamov y Blansko, que supera los 100,8 millones de euros. Se trata, además, de uno de los mayores contratos del año adjudicados por el administrador nacional de infraestructuras de aquel país.
Se acaba de adjudicar en Colombia, en un consorcio en el que participa al 50%, un contrato para la construcción de un viaducto de 750 metros de longitud en la carretera que une Bogotá con Villavivencio por valor de 26,6 millones de euros y en el que salió victorioso con su oferta frente a otros dos consorcios especializados en ingeniería.
Y hay más. De hecho, se trata de la mayor obra del ejercicio para la compañía: 324 millones de euros para la ampliación de la autopista interestatal I5 en California, Estados Unidos, a través de su filial en aquel país. La obra está prevista que finalice en 2026. Un suma y sigue en el que podría alcanzar las previsiones de la compañía respecto de su contratación en el presente ejercicio, hasta los 3.000 millones de euros.
En su gráfica de cotización, vemos como el valor se ha mostrado muy volátil en el último mes, que empezaba con buen tono y mejoraba hasta cerrar por encima de los 0,69 euros por acción el pasado 7 de septiembre. Sin embargo, tras esta mejora comenzó un lento descenso, superior al 15% del que ya se está recuperando para volver a niveles de hace un mes. Desde el pasado 4 de enero, OHLA gana en el mercado por encima del 15%.
Los indicadores premium de Estrategias de Inversión nos muestran una OHLA que apenas marca 2 puntos de los 10 posibles para el valor, con tendencia alcista a largo plazo y medio también, momento total mixto, positivo rápido y negativo lento. También diferente el volumen de negocio, que a medio plazo es creciente frente al decreciente de largo plazo, mientras que las dos vertientes de la volatilidad se mueven en el mismo sentido: creciente, a medio y largo plazo.
Además de todo esto, la reestructuración de la compañía está atrayendo a las manos fuertes. De hecho, Goldman Sachs ya supera el 6% desde principios de septiembre, aunque con diversos cambios, en especial por los cambios en el porcentaje de sus instrumentos financieros, que a 28 de septiembre alcanza una presencia del 6,391% del capital de OHLA.
El banco de inversión norteamericano ya se encontraba en el capital de la compañía desde 2016, pero nunca, hasta ahora, con una participación tan elevada, ya que apenas superaba el 2,78% desde 2018 hasta comienzos del pasado mes.
También se posiciona en mayor medida Deutsche Bank, que alcanza también su mayor presencia en el accionariado de la constructora hasta el 4,196% actual a través de su gestora de activos DWS Investment.
Todo ello, tras la decisión de Fitch de mejorar su calificación crediticia, que, sin embargo, todavía se encuentra en nivel de inversión especulativa de alto riesgo, sin que se especifique dónde coloca su perspectiva. De esta forma la agencia de calificación crediticia asume que seguirá habiendo flujos de caja libre negativos en 2021 y 2022 con moderada mejora en los dos siguientes ejercicios.