El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), Ángel Gurría destacó que "todos queremos ver retoños", y añadió que los últimos indicadores de la OCDE sugieren que en algunos casos "la velocidad de caída es más lenta, ya no es una caída libre".

Asimismo, Gurría auguró que a finales de este año se podrá observar ya una recuperación, no con cifras positivas muy claras, pero sí con un abandono de la contracción de la economía mundial.


Además, ensalzó la labor del Gobierno español en su lucha contra la crisis, con unas medidas que van en la "dirección correcta" y criticó la rebaja que hicieron de España las agencias de calificación.

Gurría ironizó al decir que los diferentes países deberían apoyar a las agencias calificadoras para que recuperen el prestigio y la credibilidad, para que entonces sí se preocupen por lo que digan.

A su juicio, estas agencias deberían evaluar todo y ver qué posibilidades hay de pagar las deudas y añadió que, igualmente, tampoco entendería que rebajaran la calificación de Estados Unidos y de Rusia.

España no estuvo en el epicentro de la crisis


Gurría afirmó que España no estuvo en el "epicentro" de la crisis, "porque estaba haciendo bien las cosas", con un sistema financiero "sólido y estable, bien supervisado y bien regulado" y con un superávit fiscal.

A este respecto, destacó el "mérito, valor y coraje" de España, que con las medidas ha ido intentando combatir la crisis y que no le ha importado continuar adoptando más al ver que los signos no eran buenos, lo que tiene "un costo político muy grande".

También destacó el grado de cooperación, "absolutamente inédito" entre todos los países para luchar contra la crisis, con un trabajo "muy coordinado" de todos los bancos centrales.

Gurría aseguró que si hubiera habido más ética y menos ambición ilimitada "nos hubiera ido mejor".

Además, subrayó que las "locomotoras" todavía están en el taller de reparaciones y añadió que si en Estados Unidos se observan ya "retoños verdes" es porque el "golpe" fue anterior que en Europa y porque el dinero empleado ha sido mayor, con cantidades "inmoderadas".

Sobre las inyecciones a los bancos, señaló que en las mismas jurisdicciones hay algunos que reciben ayudas de los gobiernos y otros que no".

El problema, añadió, es que a los que hicieron bien el trabajo les cuesta más trabajo tener fondos, aunque ya los que recibieron ayudas se han dado cuenta "de que no es cómodo tener a los gobiernos ahí y algunos ya están devolviendo el dinero".

Además, subrayó que esta crisis no es producto de un ciclo, sino un desastre; no es una evolución, sino una demolición".

Gurría afirmó que el modelo económico que salga después de la crisis no debe restringir la creatividad ni la innovación y añadió que los gobiernos y los reguladores tienen el deber, "en nombre de la sociedad, de encauzar todo eso por un camino consistente".