Esta creciente importancia se deriva -dicen desde la compañía- tanto de razones políticas o regulatorias, consecuencia del elevado interés por parte de los gobiernos y los reguladores en dirigir los flujos de inversión hacia actividades sostenibles, como por razones de rentabilidad/riesgo”, porque numerosos estudios recientes parecen confirmar que los fondos que invierten en empresas con buenas políticas de ESG tienen un mejor comportamiento que el mercado. En consecuencia, “cada vez veremos un mayor protagonismo de estos criterios en las decisiones de inversión, y una mayor inversión dirigida hacia actividades y firmas que destaquen por sus políticas ESG”. Asimismo, estos mismos fondos “exigirán cada vez mayor conocimiento y experiencia sobre estos aspectos a los analistas de brókers (sell side), quienes tendrán que ir incorporando estas capacidades a su análisis, como ya hemos empezado a ver”. En definitiva, “se trata de una temática ya presente pero todavía con un gran potencial de crecimiento a largo plazo”. Europa -dicen fuentes de la firma- se mantiene al frente de este proceso de interiorizar la importancia de los criterios ESG, y si bien se va percibiendo un interés cada vez mayor en otras regiones, aún queda mucho recorrido por caminar.
En Naturgy “estamos inmersos en un proceso de transformación donde los criterios ESG están en nuestro ADN”. En cuanto a medio ambiente, “llevamos a cabo una transición de nuestro mix energético hacia uno más sostenible, fundamentalmente a través de la inversión en renovables y el cierre de las plantas de carbón, lo que nos permitirá reducir de manera significativa nuestras emisiones de CO2”. Respecto a iniciativas sociales, la multinacional energética ha destacado por su compromiso con todos sus stakeholders en un momento de crisis como el actual provocado por el Covid-19, “dando suministro energético gratuito a residencias y hoteles medicalizados, facilitando el pago de facturas, anticipando el pago a proveedores y adelantando el pago del dividendo a sus accionistas para dotarles de liquidez”. Al mismo tiempo -afirman- y a través de la Fundación, “se está ayudando a los colectivos más vulnerables”.
Con todas estas medidas, se ofrece cobertura financiera y social a un colectivo superior a los 10 millones de personas. Y, por último, en materia de gobernanza, “hemos reducido el tamaño del Consejo de Administración, avanzado en paridad y “hemos impulsado una nueva Comisión de Sostenibilidad en el Consejo de Administración, que ha asumido responsabilidad sobre la política de sostenibilidad del grupo, supervisando la evolución y el papel de la compañía en la transición energética, así como en todos sus indicadores medioambientales, de seguridad y salud y de responsabilidad social”. Todo ello, “enmarcado dentro de nuestro Plan Estratégico, una de cuyas prioridades de cara a los próximos años es avanzar aún más en los compromisos ESG del grupo”, concluyen.