La agencia precisó que el examen del 'rating', que concluirá cuando Moody's haya obtenido mayor claridad sobre los planes macroeconómicos a largo plazo de Grecia, algo que espera que suceda en los tres próximos meses, determinará si la calificación del país se mantiene en la categoría A, así como su perspectiva.

La analista de riesgo soberano de Moody's responsable de Grecia, Sarah Carlson, apuntó que, aunque el Gobierno griego parece seguir, e incluso ir por delante, del calendario en términos de la puesta en marcha de las medidas contenidas en su programa de estabilidad y crecimiento, el difícil entorno financiero y macroeconómico incrementa los desafíos a los que se enfrenta el plan.

El pasado mes de diciembre Moody's ya rebajó la nota de Grecia a 'A2' con perspectiva 'negativa' y apunta que "cuatro meses después" la resolución del Gobierno para restaurar la solvencia del país no parece haberse debilitado, sino que ha proporcionado "varias sorpresas positivas", señala Carlson.

"Sin embargo, la división en la movilización de la ayuda externa ha dificultado significativamente a Grecia el mantener sus ratios en el rango de una calificación A. Además, la revisión de la deuda griega y de su déficit en el día de hoy incrementa las dificultades del Gobierno para alcanzar los objetivos recogidos en su plan de estabilidada y crecimiento", señala la calificadora de riesgos, que advierte de que es "improbable" que Grecia mantenga la calificación 'A3' si el Gobierno no puede restaurar la confianza de los mercados.