Este escenario significa que existe un alto riesgo de que el país no pueda afrontar sus obligaciones sin una reestructuración.

De tal manera, Moody’s rebaja así su nota siete peldaños por debajo del 'bono basura' y la sitúa en perspectiva negativa, como apunta Europa Press.

La agencia de calificación crediticia ve complicado que el país heleno pueda controlar su cuota de endeudamiento, debido a los crecientes desafíos a los que se enfrenta el Gobierno para implementar sus medidas, la alta incertidumbre sobre las perspectivas económicas del país y el “historial de incumplimiento” de los objetivos de consolidación presupuestaria.

Moody’s también alude a la alta probabilidad de que, en el futuro, la Unión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional exijan la participación de los acreedores privados en una reestructuración de deuda como una condición previa a su apoyo financiero.