En su análisis, Moody's concluyó que la capacidad de gestión de deuda de los gobiernos de EEUU, Gran Bretaña, Francia y Alemania además de España y de los países menos endeudados de Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia era el factor clave para conservar la cualificación de AAA.

El informe destacó que el rating a largo plazo de España se ha deteriorado "significativamente y se espera un deterioro adicional, acercándose a la línea de demarcación AAA/AA, lo que nos haría reexaminar los ratings".

No obstante, Moody's agregó que no esperaba que España perdiera su rating actual teniendo en cuenta las proyecciones económicas existentes.

Hasta ahora, sólo S&P bajó en un escalón el rating de España, mientras que Moody's mantiene sin cambios su nota de mayor solvencia AAA desde 2001.