Lamentablemente, el recrudecimiento de las tensiones en los mercados de deuda soberana de los emisores de la periferia europea, no se conforma con apuntar a Irlanda y también apunta de lleno a Portugal. Seguramente, estados miembros y mercados, ven remota la posibilidad de que finalmente, no sea necesario materializar el plan de ayuda a Irlanda y Portugal.

Efectivamente, esto tiene un coste para el euro; al fin y al cabo, el euro es el barómetro de la economía europea. Una economía, en la que cabe diferenciar un núcleo fuerte (Alemania y Francia) y la periferia; delicada desde la vertiente económica y lamentablemente crítica, desde la vertiente fiscal
. Así, el euro continúa fuerte gracias a Alemania pero sufriendo las consecuencias de una periferia débil, económicamente necesitada de estímulos imposibles (si se atiende al elevado nivel de endeudamiento y déficit alcanzado) y fiscalmente, con potenciales planes de ayuda. Por tanto, el euro se mantendrá fuerte en la medida que Alemania y en menor medida Francia, sean capaces de compensar los problemas que viven y seguirán viviendo las economías periféricas; en la medida que su recuperación económica permanezca fuerte… sin duda un gran reto que a tenor de la situación de la economía mundial, no será fácil de alcanzar.

Si pasamos a analizar técnicamente el cambio euro-dólar, en las últimas jornadas podemos evidenciar que el comportamiento del euro se ha caracterizado por la imposibilidad reducir las distancias con la importante resistencia de los 1,3805 y aunque por poco, la imposibilidad de recuperar la resistencia de los 1,3696. De este modo, se confirma la conclusión del proceso de consolidación de niveles que había acotado los movimientos del euro en el último mes y que definíamos entre los 1,3805 y los 1,4159 (zona delimitada entre las líneas punteadas de color azul y trazo grueso), dando paso a un escenario de continuidad bajista con objetivo en los 1,3556-1,3440.




En estos momentos, el euro se intercambia por 1,3569 dólares, acercándose al primero de los objetivos. Es por eso que ahora me interesa ver el comportamiento del euro en esos niveles; ver si existe un incremento en la presión compradora o si tiene lugar alguna vuelta al alza… mientras eso no ocurra, el sesgo es bajista y los objetivos a alcanzar, en los 1,3556-1,3440.