Los tres valores más penalizados del ejercicio en el Mercado Continuo son renovables fotovoltaicas con descensos que superan en todos los casos el 25%. Sepamos por qué.
Nada es blanco o negro en la actividad bursátil. Aunque ahora mismo en algunos momentos lo parezca, pero no es así. Lo peor de la bolsa española en lo que va de año concentra su atención en varios valores, pero se da la circunstancia de que todos pertenecen al mundo de las energías del presente futuro, las renovables, esas que en el mes de febrero, por ejemplo, cubrieron ya el 64% de la demanda del sector. Y además lo convierten en más barato.
Todo parecía ideal tras un 2020 en el que se mostraban como lo mejor de lo mejor. Y ahí radicaba el problema. Avances a triple dígito que mostraban que la incertidumbre también se instalaba de lleno en los mercado, en modo pandémico. Pero llegaron los cambios de sesgo y los inversores se alejaron de las grandes estrellas del mercado, en especial por exceso, tanto de sus previsiones elevadas en sus proyectos como de la proliferación de oferta.
De ahí que, tres meses y medio después Soltec, Grenergy y Solarpack sean los tres farolillos rojos del Mercado Continuo. Y además lo sean a una distancia importante del resto de valores del mercado e incluso con corrección alcista en algunos de ellos en los últimos tiempos.
Los expertos consideran que nada está escrito en piedra. Por eso el comienzo del presente 2021 también fue fulgurante para estos valores en el mercado. Por ejemplo Soltec se encuentra un 60% por debajo de sus máximos del ejercicio, Grenergy se coloca rozando niveles de mínimos del año, en su soporte y también le separa algo más del 60% de su cota más alta en 2021. En el caso de Solarpack, la diferencia es incluso mayor y se acerca al 70%.
Los expertos hablan de sobrecompra, de burbuja con esas ganancias de 173% para Soltec a diciembre de 2020 tras solo estar dos meses y medio en el mercado, o el 121% de Solarpack al que se sumaba el 157% que subió el pasado año Grenergy. Las renovables, con la sostenibilidad de todos y cada uno de los proyectos que se presentan para los Fondos Europeos y la avidez de todas las empresas en sumarse a ellos, elevó como la espuma estos valores.
Pero con esa misma dinámica con las cotas elevadas que se volvieron a marcar en enero, los valores empezaron a caer como la espuma, cual efecto dominó. A la sobreexposición de los inversores, se unía además que los grandes fondos salían de su accionariado. Un efecto muy común para las empresas cuyas principales participaciones son meramente financieras.
El cambio de ciclo de la mano de la presumible y más cercana recuperación que leía la bolsa también trajo a los bajistas, que se han ido rotando en su capital, incidiendo en las caídas. Aunque después, al menos en estos valores, con la salvedad de Solarpack y fe Citadel Advisors, se han ido difuminando.
Ahora parece que el ciclo ya no convence tanto. De ahí la recuperación parcial, entorno a un 6% para valores como Solarpack y Soltec, donde además en este último caso se ven arropadas por la entrada de nuevos fondos en su accionariado. Así ocurre con el norteamericano Invesco, uno de los grandes inversores de la bolsa española, que el pasado día 23 de marzo afloraba una participación en la compañía murciana del 2,463%, sin precedentes en el accionariado de Soltec. También se registraba una nueva entrada de la gestora sueca Swedbank Robur Fonder que supera ligeramente el 3% de su capital desde el 24 de marzo.
Como decimos, la sobrecompra se corrige, las manos fuertes llegan a los valores y las caídas, aunque todavía importantes, se minimizan. Será significativo comprobar en el futuro más cercano el efecto que produce en su cotización las salidas a bolsa de nuevos valores del sector, más competencia y la evolución de los proyectos en marcha. También la dirección del ánimo inversor y su confianza en compañías que han demostrado un futuro muy prometedor.
