Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, la economía de Estados Unidos ha perdido unos 4,7 millones de puestos de trabajo.

Las eliminaciones de empleos en enero y febrero afectaron tanto el sector de servicios como el fabril.


El jueves pasado, el Departamento de Comercio informó que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo aumentó en 12.000 la semana pasada y llegó a 669.000, el nivel más alto desde octubre de 1982.

El promedio en cuatro semanas de las solicitudes subió en 6.500 y llegó a 656.750, que es también el puesto más alto desde octubre de 1982.

En la semana anterior, la cifra de personas que percibían el subsidio, pagado por los gobiernos de los Estados, subió en 161.000 y llegó a la cifra sin precedentes de 5,73 millones, un 96 por ciento más alta que un año antes.

El promedio en cuatro semanas del número de personas que seguían recibiendo los cheques del desempleo subió en 163.500 y llegó a la cifra sin precedentes de 5,5 millones, según el informe del Gobierno.

El dato semanal de solicitudes refleja el ritmo de pérdida de puestos de trabajo, y la cifra de quienes continúan recibiendo el subsidio muestra cuán difícil es conseguir un empleo nuevo.