Repsol, Gas Natural y Sonatrach son los vértices de un triángulo que se ha comenzado a dibujar en Argelia y que tiene su representación en un proyecto valorado en más de 9.000 millones de euros. La decisión de la compañía argelina de rescindir unilateralmente el contrato que tenía con las restantes para desarrollar el proyecto Gassi Touil, podría provocar la pérdida del mayor acuerdo de la petrolera hispano-argentina y uno de los diez más importantes del mundo.Las más penalizadas, pero con buen aspecto técnicoXavier Cebrián, analista de Gaesco
considera que en ambas compañías es difícil estimar el impacto de la suspensión “pues todavía está en fase de desarrollo”. Sin embargo este contrato “era uno de los que contemplaba mayor crecimiento para los próximos ejercicios y, por tanto, un catalizador importante para los valores en bolsa”.La cotización de ambas compañías se ha visto penalizada en los primeros minutos de la apertura. Los títulos de Gas Natural continúan (a las 12:30 horas) penalizados con un recorte superior al 2% mientras que Repsol le sigue de cerca con una caída del 0.90%. La gasista española acumula su segunda caída consecutiva después de que ayer recibiera una rebaja de recomendación tras la posible fusión entre Gaz de France y Suez.Desde el punto de vista técnico, Juan Carlos Costa, director de Kostarof.com considera que las compañías están penalizadas “porque están reajustando precios” y apuesta por vigilar los 25.50 euros en Repsol YPF y los 37.50 euros en Gas Natural. Muy de cerca establece sus niveles
Alberto Rodríguez, director de renta variable de Hermanos Moro AF. Para Repsol “si rompe los 25.30 euros implicaría retrocesos más severos pero mientras se mantenga por encima, habrá que mantener las acciones en cartera. Su apuesta por Gas Natural se basa en “el mínimo de mediados de agosto que implica una fortaleza importante en el valor”. Si el título vuelve a acercarse al nivel de 37 euros “será más bien para comprar”.Política o estratégia Componente político o estratégico son las dos variables que se barajan en la decisión que ha tomado Sonatrach. La compañía argelina ha decidido acudir a Ginebra porque, de una inversión prevista de 5.000 millones de euros Repsol sólo ha ejecutado 250 millones, por lo que la cantidad “no es la que se había pactado en un principio”. Otro motivo del que ha advertido Sonatrach es el incumplimiento de “las condiciones técnicas prácticas en la operación de los campos”. Si el proceso saliera adelante, la argelina tomaría el control del proyecto aprovechando una innecesaria presencia de compañías internacionales y la experiencia en la gestión de estas instalaciones.Sin embargo también se especula con la posibilidad de que el gobierno argelino haya decidido bloquear las inversiones de empresas españolas en el país, después del cambio de rumbo que ha tomado política exterior española en relación al Sahara. Xavier Cebrián, analista de Gaesco advierte de que Sonatrach es una empresa pública argelina y España importa de ese país un 35% del total de gas natural por lo que “obviamente existe un matiz político”.El ministerio de industria español ¿sin armas?En esta situación, el ministerio de industria español se encuentra desarmado. La eliminación, sin pedir contrapartidas, de las condiciones impuestas a Sonatrach en el gasoducto de Mezgaz dio vía libre a la compañía. Aunque el gobierno español ha tomado medidas para retomar negociaciones “estas parecen insuficientes” asegura Cebrián para quien “las empresas españolas solamente podrán reclamar los costes incurridos”.La decisión del tribunal de Arbitraje, que se conocerá en un año y medio, será el punto final de una esperada larga batalla legal entre las empresas implicadas. Los abogados de Repsol ya han comenzado a mirar sus alternativas para plantear ante el Tribunal las posiciones que demuestren que la argelina no tiene razón. Por el momento, la compañía ha confirmado que los plazos estimados se están cumpliendo rigurosamente y, el retraso en las previsiones de puesta en marcha del proyecto, son debidas a la falta de ingenierías especializadas.La empresa estatal argelina, Sonatrach ha decidido pasear sola por el camino que había trazado con Repsol y Gas Natural. Con un mismo objetivo, la explotación, producción y comercialización conjunta de gas natural licuado en la zona, las tres compañías emprendieron un proyecto que comenzó en 2004 y que podría tener sus días contados. La disposición de la argelina de acudir al Tribunal de Arbitraje de Ginebra deja a las compañías españolas con importantes pérdidas: la de un contrato valorado en más de 9.000 millones de euros y la penalización que sufren ambas durante la sesión bursátil.