Las remuneraciones de los directivos en el sector financiero han experimentado en los últimos años un espectacular incremento y los blindajes que éstos pactan en sus contratos ante eventuales despidos han vuelto a causar polémica en las últimas semanas, al verse obligados varios gobiernos de la UE a acudir en rescate de entidades al borde de la quiebra.El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha criticado con dureza esta política de remuneración, igual que la canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes de otros países como Bélgica y Reino Unido, y en algunos casos han forzado a los ejecutivos salientes de los bancos hundidos a renunciar a sus indemnizaciones.Se apela a la responsabilidad de todosEn ese contexto y con el objetivo de restaurar la confianza pública, el Consejo Europeo que hoy termina en Bruselas apela "a la responsabilidad de todos los actores del sistema financiero, especialmente del sector bancario", según el borrador de conclusiones del encuentro.En esa línea, subrayan que los sueldos de los directivos, incluidos los llamados "paracaídas dorados" que perciben al dejar la entidad, deben vincularse a su contribución efectiva a los resultados.También conviene "vigilar", recalcan, el sistema de compensación mediante opciones sobre acciones, para evitar que se incentive una toma de riesgos excesiva o la concentración en los objetivos de corto plazo.El Consejo Europeo insta a los Estados miembros a poner en práctica esos principios y les pide que informen sobre las decisiones tomadas al respecto antes de fin de año.Los gobiernos saben, en cualquier caso, que no tienen margen para normas vinculantes, algo que ya constataron la semana pasada los ministros de Finanzas de la UE.Los ministros se inclinaron entonces por actualizar las recomendaciones emitidas por la Comisión Europea hace ya cuatro años, en las que se pedía a los países que obligaran a las empresas cotizadas a informar a sus accionistas sobre su política de salarios.Bruselas también reclamaba entonces que las fórmulas de remuneración variable -como la asignación de opciones sobre acciones- fueran sometidas a aprobación previa de la junta de accionistas, ámbitos en los que, hasta la fecha, se han producido pocos avances.