A diferencia de los préstamos para vivienda, que se repagan tras un periodo preacordado de tiempo, las hipotecas comerciales normalmente se suscriben a cinco, siete o 10 años con cuantiosos pagos al final. En ese momento, normalmente necesitan ser refinanciadas. La incapacidad de un prestatario para refinanciar podría obligarle a ceder la propiedad a un financista.


Un reciente comunicado enviado al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, y suscrito por una docena de agrupaciones del sector inmobiliario, da cuenta de un sombrío escenario: "En estos momentos, creemos no hay suficiente capacidad del sistema para refinanciar los préstamos productivos de desarrollo inmobiliario comercial por vencer", afirma el comunicado. "Para muchos prestatarios, [el crédito] simplemente no está disponible", destaca la carta.


Para aminorar parte del golpe, el sector está solicitando que se le incluya en un nuevo programa de préstamos por 200.000 millones de dólares creado inicialmente por el Gobierno para rescatar al mercado automotriz, de préstamos estudiantiles y de deuda de tarjetas de crédito. El objetivo es que este dinero vaya en ayuda directa de los inversionistas para financiar compras de valores respaldados por los mencionados activos. De incluirse el desarrollo inmobiliario comercial, los bancos podrían tener un incentivo para realizar más préstamos a las empresas de desarrollo inmobiliario, pues podrían volver a agruparlos y venderlos más fácilmente a inversionistas con la seguridad del respaldo gubernamental.

Como parte de sus esfuerzos por lograr su objetivo, algunos representantes sectoriales han solicitado a los legisladores explorar la idea de establecer un programa separado destinado a impulsar el crédito exclusivamente para el desarrollo inmobiliario comercial.

"Hemos instado a Washington a establecer esta como una de las principales prioridades al analizar temas de la economía", dijo Steven Spinola, presidente del Directorio Inmobiliario de Nueva York, quien subraya la necesidad de que el Gobierno ayude a reactivar los préstamos para propiedades comerciales ya sea directa o indirectamente.

Los ejecutivos del sector inmobiliario advierten que el próximo aumento en los vencimientos de hipotecas comerciales presenta otra importante amenaza al sistema financiero mundial, que ya requiere de asistencia. Con la caída en los precios de los arriendos y el aumento en la disponibilidad debido a la debilidad en la economía, la morosidad de las hipotecas comerciales ya ha comenzado a crecer de manera significativa.

Hasta ahora, las moras sobre préstamos inmobiliarios comerciales se han mantenido bajo los niveles históricos, en parte gracias al limitado monto de construcción especulativa en los últimos años. Sin embargo, aumentan en momentos en que un gran volumen de préstamos está por vencer y algunas de las pocas instituciones que aún otorgaban créditos están dando pie atrás en el mercado.

"La crisis crediticia ha empeorado tanto que refinanciar incluso los préstamos productivos podría llegar a su fin", señaló Richard Parkus, encargado de estudios de valores respaldados por hipotecas comerciales en Deutsche Bank.

Por supuesto, los propietarios de bienes raíces de uso comercial son sólo los que más recientemente se han puesto en la fila en Washington, D.C., en pos de los miles de millones de dólares de rescate que el Gobierno ha comenzado a repartir. Otros rubros que han recibido algún tipo de asistencia -o que están en campaña para recibirla- incluyen a la banca, a los emisores de tarjetas de crédito, a las automotrices e incluso al fabricante de equipos agrícolas Deere & Co. ¿El posible desafío que enfrentará la industria? Pese a que el impacto que sus problemas puedan tener sobre los mercados crediticios inquieta a algunos funcionarios del Tesoro y de la Fed, otros sectores -como el de hipotecas residenciales y automotrices- tienen más peso político.

The Wall Street Journal