– Hacemos balance del MAB, este año se han producido hasta cinco debuts en el Mercado Alternativo Bursátil. También hemos conocido varias apariciones de socimis, en un año marcado por un gobierno en funciones en España, ¿Cómo valoran todo esto?

Ha sido un año magnífico para el MAB. Las socimis se han llevado la palma. El interés del público inversor en el mercado inmobiliario ha sido muy intenso. Estas compañías se dedican al alquiler y ofrecen una rentabilidad vía dividendo muy interesante. Eso hace que en un entorno de tipos de interés muy bajos hayan llamado la atención de muchísimos inversores. Se han incorporado 16 socimis y otras cinco compañías en el segmento de empresas en expansión. Por eso nuestra valoración es estupenda.

Además, hay que subrayar que la función fundamental del mercado es ofrecerles financiación, que también ha tenido un comportamiento excelente. Ha habido más de 80 ampliaciones de capital, entre empresas en expansión y socimis. Eso ha supuesto un incremento en la financiación de más de 1.500 millones de euros en el año. Estamos en récords históricos en ese sentido también.

– En el MAB cotizan alrededor de 120 compañías con una capitalización que se acerca a los 15.000 millones de euros, esto supone un incremento del 30% respecto al 2018. ¿Tienen alguna previsión de salida de cara a 2020?

Estimamos que la progresión de compañías se va a ir manteniendo de un modo positivo. En el mundo socimi hay que estar un poco atentos por si hay alguna modificación en su tratamiento societario o fiscal por parte del nuevo gobierno. No sería una buena noticia para el sector inmobiliario ni para los inversores. Por tanto, confío en la sensatez de las políticas económicas que se planteen. Definitivamente, son compañías que han conseguido captar el interés de muchos inversores, buena parte de ellos inversores internacionales. No es de buena educación tener invitados en casa y luego decirles que se vayan. El mensaje tiene que ser de mantener las políticas que se han anunciado y que se han llevado a cabo con tantos éxitos en estos años.

 

En el mundo de las empresas en expansión estamos en un momento muy positivo. En la segunda mitad del año, y particularmente en los últimos tres meses, hemos visto cómo las compañías que se han incorporado al MAB han saltado de tamaño. Han sido compañías más ambiciosas en su captación de capital. Algunas de ellas también han supuesto un récord. El año pasado se incorporaron las dos compañías más grandes que tenemos en el MAB: Proeduca Altus y Holaluz. La primera se dedica a la educación online, la gestora de la Universidad Unir, la Universidad online de La Rioja. En el caso de Holaluz, siendo un distribuidor de electricidad, que puede parece run negocio maduro, han tenido el acierto de contar con una serie de elementos de innovación y de sostenibilidad, algo con lo que el público inversor está cada vez más concienciado. Las dos compañías más grandes superan los 300 millones de euros, son por lo tanto abanderadas de una nueva generación de compañías más potentes, más sólidas, con números más asentados y con una proyección, esperemos, mucho más estable.

 

– También se ha visto el paso del MAB al Mercado Continuo de Grenergy, siguiendo la estela de MásMóvil ¿Le gustaría que esto pasase con más frecuencia?

Nos encantaría tener una cada trimestre. Eso significaría que las empresas van creciendo y tienen el músculo suficiente para buscar financiación en la “Liga de Campeones”. Creo que eso va a seguir ocurriendo. No significa eso que el MAB sea un mercado de transición. Hay compañías que van a estar muchos años en el MAB, cuyo objetivo a no es necesariamente salir al Mercado Continuo. No van a aspirar a tener un tamaño tan grande. Sí es cierto que para nosotros es un signo de éxito que vaya compañías que vayan pasando al mercado continuo.

– Un hecho que también estaca es el volumen negociado, que se sitúa en los 150 millones de euros, con un incremento del 34% ¿Cómo se ha logrado?

La atracción de compañías más grandes que han tenido un comportamiento más estable ha hecho que nuevos tipos de inversores se asomen al MAB. También es cierto que ha habido algunas compañías que han obtenido una revalorización muy espectacular y eso también atrae a muchos inversores. Yo siempre recomiendo que los inversores no se dejen llevar por los incrementos o decrementos súbitos de precios de las compañías del MAB. El MAB, en general, acoge compañías cuyo tamaño es más pequeño que las de la bolsa y eso puede generar alguna volatilidad adicional en la medida en que una compañía más pequeña, con un free float, o acciones en manos del público, también reducido puede verse afectado por entradas o salidas que no reflejan exactamente el valor de la compañía. Recomiendo un análisis profesional, asesorarse y si no se está muy seguro de lo que se está comprando, mejor no  hacer nada. El pequeño inversor, si no está bien asesorado o si no está cualificado, es mejor que se mantenga al margen.

– También destaca el incremento de la negociación de acciones de las socimis del MAB con un volumen de 50 millones que también se incrementa respecto a 2018.

A menudo se insiste en que las socimis no tienen liquidez y que las socimis del MAB no están distribuidas y no es cierto. Las socimis del MAB, en un porcentaje muy apreciable, tienen una difusión muy amplia, operaciones y volumen. Lo que ocurre es que el tipo de inversor en ese tipo de compañías es más conservador y tiende a sentarse sobre sus valores. Recordemos que la mayor parte de los inversores que entran en socimis lo hacen pensando en el dividendo. Por lo tanto, compran acciones para mantenerlas en carteras e ir cobrando dividendos que, en muchos casos, son muy atractivos. Eso no genera trading, contratación en el día a día. Pero es cierto, vamos creciendo también en volumen de socimis.

– Una de las cuestiones que también destacáis desde BME es el entorno premercado, que está sumiendo un papel creciente. Para quienes no conozcan esta iniciativa, ¿de qué se trata?

Está creciendo y está tomando protagonismo entre empresas son candidatas a incorporarse al mercado de valores, muy particularmente al MAB. Son empresas, algunas de ellas muy jóvenes y otras ya con una trayectoria, pero que necesitan una preparación previa para poder salir luego al mercado. Lo que hacemos con ellos es, por un lado, darles esa formación y, por otro lado, tener una especie de simulación permanente, de entrenamiento, de lo que luego el mercado les va a exigir. Hacemos todo eso delante de potenciales inversores para que se vayan familiarizando con estas compañías, inversores que incluso la pueden acompañar en su camino hacia el mercado. Dejando claro que no es un mercado, sino una plataforma de formación de estas compañías.