La compañía había obtenido anteriormente otros cuatro aplazamientos.

Los acreedores de La Seda siguen negociando los términos de la refinanciación de un préstamo sindicado que según las cuentas de la compañía a 30 de septiembre era de 579 millones de euros


La Seda está inmersa en una crisis interna que tiene su origen en que parte de su accionariado, titular del 30% del capital, cuestionó la gestión del antiguo presidente, Rafael Español, y se negó a firmar las cuentas originales del ejercicio 2008.

Las acciones de La Seda permanecen suspendidas en bolsa desde el pasado 5 de junio, cuando el consejo de la compañía decidió reformular las cuentas anuales para reflejar unas mayores pérdidas. La Seda cotizó por última vez a 0,34 euros.