"Las mejores perspectivas de crecimiento económico para este año constituyen una buena noticia para Europa. Ahora debemos garantizar que el crecimiento no quede truncado por los riesgos relativos a la estabilidad financiera", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn durante la presentación de las previsiones económicas de primavera.

Y reclamó "esfuerzos resueltos de saneamiento presupuestario" y "reformas que fomenten la productividad y el empleo" para garantizar un "crecimiento sostenible".

España será el único de los grandes Estados miembros cuya economía se contraiga este año (-0,4%), frente a crecimientos del 1,3% en Francia, 1,2% en Alemania y Reino Unido, el 0,8% en Italia o el 2,7% en Polonia. Grecia decrecerá un 3% este año y un 0,5% el que viene, pero estas cifras no tienen en cuenta el plan de ajuste que se aprobó el fin de semana, según explicó el Ejecutivo comunitario, con lo que el resultado será peor. También caerán este año las economías de Irlanda (-0,9%), Letonia (-3,5%) y Lituania (-0,6%).

Bruselas prevé que el crecimiento del PIB no se afianzará en la UE hasta finales de 2010. Y ello porque la expansión del consumo privado también está limitada por el débil incremento de los salarios y el empleo y, en algunos países, por los ajustes en el mercado inmobiliario.

Los efectos de la crisis económica sobre el mercado laboral de la UE, aunque han sido sustanciales, son de magnitud "algo menor" que la prevista inicialmente, según las previsiones. Ello se explica por la aplicación de medidas a corto plazo y el mantenimiento preventivo de personal en algunos Estados miembros, aunque también se deriva de reformas anteriores.

No obstante, debido al desfase que se observa habitualmente entre la evolución de la economía real y la evolución del mercado de trabajo, se espera que el empleo siga disminuyendo este año, en alrededor del 1%, y no empiece a aumentar hasta 2011. Se prevé que la tasa de desempleo de la UE se estabilice en una cifra cercana al 10% _lo que representa una disminución de medio punto porcentual respecto de la prevista en otoño_, aunque la situación varía considerablemente entre Estados miembros, según Bruselas.

Como consecuencia de las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis y de la disminución de los ingresos públicos, el déficit público en la UE alcanzará su máximo este año( 7,2% del PIB) y mejorará ligeramente en 2011 (hasta aproximadamente el 6,5%), debido a la finalización de las medidas temporales de apoyo y a la reactivación económica. El ratio de deuda seguiría su tendencia creciente hasta el 79,6% este año y el 83,8% en 2011.

La inflación de los bienes de consumo ha experimentado un ligero repunte respecto de los bajísimos niveles del año pasado. Sin embargo, Bruselas cree que la persistencia de la debilidad de la economía probablemente frenará las subidas salariales y la inflación, compensando en parte el incremento previsto de los precios de los productos básicos y, en el caso de la zona del euro, la debilidad del euro.

Por ello, la inflación se situará por término medio en el 1,75% este año y el año próximo en la UE (y en el 1,5% y el 1,75%, respectivamente, en la zona del euro).

La Comisión alertó de que "sigue pesando un alto grado de incertidumbre sobre la recuperación de la UE". "Dado que la economía está saliendo de una recesión asociada a una crisis financiera, la recuperación depende esencialmente de la fortaleza de los mercados financieros, que debe restablecerse plenamente. Asimismo, una nueva ampliación de los desequilibrios a nivel internacional podría afectar a las perspectivas de crecimiento de la Unión Europea", señaló.

Por otra parte, la recuperación del mercado laboral, la reactivación de los mercados emergentes, la recuperación del comercio o el éxito del plan de apoyo financiero a Grecia podrían impulsar la economía de la UE por encima de las previsiones actuales.