"La economía alemana se encuentra en una severa recesión", reconoció el Bundesbank, que advirtió de que aunque "la presión bajista sobre la economía probablemente se aliviará en el curso de 2009, no parece que vaya a producirse un repunte significativo en un futuro próximo".

En concreto, el banco central germano considera que esta contracción refleja la masiva caída de la actividad experimentada a finales de 2008 y el primer trimestre de 2009 y espera que el alivio gradual de las tensiones en los mercados internacionales, así como la mejora de las expectativas derivada de la política monetaria expansiva y el efecto de los paquetes de estímulo permitan a la economía alemana una cierta estabilización en el tercer trimestre de 2009, aunque la actividad mantendrá una tónica débil en 2010, a pesar de que se prevé un leve repunte en el curso del próximo año.

De este modo, el Bundesbank augura para los próximos trimestres un mayor deterioro del mercado laboral y un crecimiento del desempleo, que podría aumentar en más de un millón de personas, hasta alcanzar los 4,4 millones de parados de media en 2010, lo que supondría una tasa de paro del 10,5%.

Respecto a los precios, la institución espera que la inflación interanual se sitúe temporalmente en terreno negativo en los próximos meses como consecuencia de la caída de los precios del petróleo y las materias primas en el tercer trimestre de 2008.

No obstante, augura que a medio plazo la tendencia volverá a ser positiva y prevé que a finales de año las tasas interanuales de inflación vuelvan a subir. De este modo, considera que a finales de año los precios se mantendrán estables y que probablemente registrarán una subida del 0,5% en 2010.