Lo que ha hecho Moody’s al degradar el rating de España hasta Aa2 desde Aa1, con perspectiva negativa, es alinearse con el rating de S&P (AA desde el pasado abril). Fitch está aún un escalón por encima y es de esperar que llegue la correspondiente rebaja.

Resulta interesante apuntar que el rating del FROB también ha sido degradado, y es que entre los principales motivos de la rebaja está el hecho de que se espera que el coste de la reestructuración del sector bancario sea superior a las previsiones del gobierno, además de mantener sus dudas sobre la capacidad del gobierno de lograr la mejora sostenible y estructural de las finanzas públicas.

La parte positiva es que Moody’s no cuestiona la sostenibilidad de la deuda española y nos aleja del escenario portugués.