Todos estos accionistas que han secundado la OPA recibirán como contraprestación títulos de Gecina, hasta ahora filial francesa de patrimonio de Metrovacesa.La OPA tiene como fin segregar Metrovacesa en dos empresas de forma que su primer accionista, la familia Sanahuja, pase a controlar el negocio en España de la inmobiliaria, que mantendrá la denominación de Metrovacesa, mientras que Rivero y Soler se quedan con el control de Gecina, el negocio en Francia.Los Sanahuja y Rivero y Soler alcanzaron el pasado mes de febrero este acuerdo de segregación con el fin de salvar las diferencias que mantenían sobre su gestión.La oferta se dirigía de forma efectiva a 53,97 millones de títulos de la compañía, representativos del 50,5% de su capital, aquel que no está controlado la familia Sanahuja, su primer accionista con un 39,6%, y que no está en autocartera. Finalmente, según los datos suministrados por la CNMV, acudieron a la propuesta un total de 44,03 millones de acciones, lo que supone un 81,58% del total de títulos del total a que se dirigía y el 41,20% de los que componen el capital de la empresa.Próximos pasosEl proceso de segregación de Metrovacesa aún requiere nuevos pasos. Una vez se liquide la OPA, la Metrovacesa ya controlada por los Sanahuja ampliará capital por 1.830 millones de euros con el fin de recapitalizar la empresa.La familia de promotores catalanes suscribirán esta ampliación y, por ende, su participación en la inmobiliaria superará el 50%, con lo que ya han anunciado el lanzamiento de una OPA por el 100% de la empresa, aunque su intención es mantener un control de alrededor del 50%.El objetivo de los Sanahuja es crear uno de los primeros grupos inmobiliarios europeos. Para ello, en el marco de la ampliación, aportará a Metrovacesa activos de su empresa Sacresa, así como los edificios recientemente adquiridos en Londres (la sede del HSBC) y en Berlín. Además ya ha comprado una pequeña sociedad cotizada en París (Medea) para integrar en ella los activos de Gecina, que según el acuerdo le corresponde.De su lado, Rivero y Soler recuperarán a Bami para integrar los activos con que se quedarán en la escisión (unos solares en Madrid y un conjunto de 39 edificios en París propiedad de Gecina). Los socios prevén también hacer una aportación patrimonial de 100 millones a la nueva Bami, que no descarta volver a cotizar en bolsa en un futuro. La nueva Bami se diferenciará de la en su día creada por Rivero y origen de la actual Metrovacesa en que no tendrá negocio de promoción ni residencial, esto es, se centrará en el patrimonio. Entre sus planes de futuro destaca la expansión por Europa.