En concreto, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,7% el pasado mes de marzo en relación al mes anterior por efecto, entre otras cosas, del encarecimiento de las gasolinas y del vestido y el calzado, pero situó su tasa interanual en el 1,9%, una décima inferior a la de febrero y la más baja desde agosto de 2010.

 El descenso de la tasa anual de los precios contrasta con el estancamiento registrado en el mes de febrero, cuando el IPC no experimentó variación alguna y se mantuvo en el 2%.

Por su parte, la subida mensual del IPC en marzo en siete décimas supone la segunda consecutiva tras la de febrero, cuando los precios se incrementaron un 0,1%, y fue resultado sobre todo del inicio de la temporada primavera-verano en el sector textil y del calzado.