Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Qué razón tiene el refranero español. Cuándo pensábamos que ya llegaba el buen tiempo a los mercados tras las ayudas acordadas para seguir apoyando a las economías más débiles, las nubes vuelven a oscurecer el ambiente. Chaparrón de números rojos es lo que está cayendo sin tregua, empapando todo lo que “pilla” a su paso. Índices, euro y, sobre todo, compañías cotizadas que ven cómo sus revalorizaciones no hacen más que estornudar signos negativos.

La fiebre vendedora se apodera de prácticamente todo el selectivo español (tan sólo Iberia y OHL consiguen revalorizarse en lo que va de año) pero llega a su nivel más alto en tres compañías: Sacyr Vallehermoso, Abengoa y Bankinter y secundados muy de cerca por el resto del sector constructor. Y es que el ladrillo sigue (y quién sabe por cuanto tiempo) parado haciendo perder millones de euros a las constructoras. Desde el mes de enero, la cotización de
Sacyr Vallehermoso se ha desplomado un 46,98% mientras su precio se sitúa en los 4,32 euros. La principal razón de su castigo, reconocen los expertos, es su alto grado de deuda apalancada que acumula en sus balances y que asciende a 12.015 millones de euros en sus resultados registrados durante el primer trimestre del año.

Y si hay un sector arrastrado por la caída de andamios que se vive entre la construcción es el bancario. Así, Bankinter registra la tercera mayor caída desde comienzos de año, hasta del 38,07%. Un escenario en el que la mano de los Hedge Funds y sus posiciones bajistas tienen mucho que ver. Así lo reconoce Roberto Moro, analista técnico independiente, quien asegura que Bankinter y sobre todo Banco Sabadell y Banco Popular se convierten en sus víctimas. Ello, tras la reciente prohibición promulgada por el Gobierno de Angela Merkel de tomar posiciones a corto en deuda alemana pero también, en sus principales entidades bancarias.

En el caso particular de España, explica Gonzalo Rengifo, director general de Pictet Funds de Iberia y LATAM, “tenemos una exposición muy importante a todo lo que es crédito a la construcción”. Además, “el sector tiene mucha volatilidad en estos momentos porque la duda que existe es si los bancos van a ser capaces de superar sus problemas en un entorno de poco crecimiento y donde no hay consumo”. “Los bancos tienen mucha liquidez pero no dan créditos al mercado, la economía necesita crecer con el acceso al crédito pero los bancos no lo prestan”, apunta Rengifo quien cree que “la volatilidad entre la banca seguirá creciendo”.

Iberia y OHL, las únicas revalorizadas

Llama la atención que una compañía perteneciente -aún- al sector de la construcción sea uno de las dos que consigan sumar valor a su cotización. OHL registra una revalorización superior al 3% desde que comenzó el año y es una de las recomendaciones estrella por excelencia. Y es que gusta, y mucho, su internacionalización y su escasa dependencia al mercado español. Y las perspectivas pintan mejor. La compañía presidida por Juan Miguel Villar Mir prevé que su beneficio neto crezca “claramente” por encima del 10% en 2010, lo que supondrá superar la cota de los 180 millones de euros y el resultado logrado en 2009, el “mejor ejercicio” de la historia del grupo.

La otra compañía revalorizada, Iberia. Algo más de un 5% suma la aerolínea española desde el mes de enero cuando no han dejado de sobrevolar noticias sobre su fusión con British Airways así como los efectos que la nube volcánica procedente de Islandia tendrá sobre sus cuentas próximas. Estas han sido las razones por las que los analistas de Renta 4 ven en Iberia un valor atractivo ya que también ha sufrido vaivenes en su cotización y se encuentra a precios atractivos. Además, las cuentas presentadas por la aerolínea, pese a registrar pérdidas, han estado en línea con lo esperado por el mercado. Como reconoce Soledad Pellón, analista de IG Markets, “Iberia no iba a volver a beneficios pero sí ha tenido una reducción de sus pérdidas. No obstante -continúa- “se encuentra en una situación complicada desde la crisis a lo que hay que sumar el impacto que tenga la nube volcánica.