En 2010 la gran mayoría de las SICAVs españolas continuaron multiplicando sus beneficios. La clave estuvo, cómo no, fuera de España. “Las vacaciones inversoras” que defiende Víctor Alvargonzález, CEO de Profim EAFI
, fueron la clave de sus carteras. Entre estos valores destacan British Telecom, compañía que
Luis Benguerel, responsable de RV de Interbrokers, comenta que “es una buena opción para el inversor ya que da un buen dividendo y se ha comportado muy bien”, o empresas alemanas, como BMW, cuya fortaleza y buen desempeño “vienen justificados por su exposición al mercado del lujo y a los países emergentes, como China”, justifica Juan Hernando, Analista de fondos de Inversis Banco.

Con la mirada puesta en 2011, las SICAVs comenzaron a reprimirse de comprar en España. Bueno, todas, o casi todas, pues Ram Bhavnani siguió apostando por la renta variable de nuestro país, algo que no le dio buenos resultados, pero él sigue obcecado e, incluso ha reiterado su intención de entrar en Banca Cívica con una inversión en torno a 100 millones.

Frente al desacierto de Bhavnani, el acierto de la Familia Hernández Callejas, que en 2010 se llevó la palma posicionándose como la SICAV que más rentabilizó sus inversiones, un 21,77%. ¿Sus claves? Comprar en el exterior. Hasta un cerca de un 80% de su patrimonio está fuera de España, especialmente en renta variable, mientras que en el mercado nacional prima a Ferrovial (2,80%). Esto último es algo común a las SICAVs que mayores beneficios consiguieron en el pasado ejercicio y podría seguir rentando a la familia Hernández Callejas pues, según Roberto Moro, de Apta Negocios, “Ferrovial es una opción alcista dentro de nuestro Ibex 35”.

Además de Ferrovial, otros grandes patrimonios españoles, como la Familia del Pino, Alicia Koplowitz, entre las pocas apuestas dentro de la Bolsa española, primaron a los blue chips. Destacan Telefónica, Iberdrola, BBVA y Banco Santander. Ahora bien, ¿es recomendable entrar aquí para el pequeño inversor? Eduardo Vicho, jefe de análisis de M&M Capital EAFI, no lo duda: “son buenas oportunidades de inversión por su buena diversificación y porque, además, lo hicieron muy bien durante el año pasado”. Dentro de este grupo, “si tuviera que elegir, prefiero Telefónica e Iberdrola, porque escapan de la volatilidad que tienen los grandes bancos”.

En cualquier caso, en conjunto las SICAVs tienen en torno a un 30% de su patrimonio total (7.863 millones) invertido en activos de renta variable, dentro y fuera de España. ¿Es momento para ello? Con el VIX en niveles extremadamente mínimos (16 puntos) la confianza en el mercado se afianza y también el apetito por el riesgo, el cual podemos saciar tranquilamente pues, según Javier Kessler EAFI, de Kessler y Casadevall AS, “es el momento de aumentar la exposición al riesgo”, eso sí, “a través de muchos elementos diversificadores”.

Otro producto que se ha convertido en estrella para las Sociedades de Inversión de Capital Variable son los depósitos bancarios. A finales de septiembre de las SICAV españolas destinaban a este activo 3.591 millones, equivalente al 13,7% de su patrimonio total. La cifra duplica el 6,6% que destinaban a cierre del tercer trimestre de 2009, según datos de la CNMV. “Para el inversor más conservador que no dispone de asesoramiento profesional, los depósitos pueden ser una opción interesante”, comenta Javier Flores, analista de Dracon Partners EAFI. Javier Kessler, por su parte, avisa que “se puede invertir en estos depósitos a través de fondos, pero los fondos monetarios no dan nada y, antes de entrar, hay que evaluar el riesgo del certificado; se podría tener con tramos cortos y ventanas de salida pero, bajo ningún concepto por encima de un año”.

También los fondos de inversión internacionales especializados en materias primas, metales preciosos y emergentes han apoyado el éxito de la SICAV Allocation (Familia Del Pino), entre otras. Sin embargo, de cara al inversor particular, “los fondos de materias primas se pueden aprovechar en forma lateral, porque estos activos tienen un componente especulativo y es difícil adivinar lo que van a hacer”, dice Kessler. Además, hay que tener en cuenta que “estos fondos invierten en dólares y, aunque se gane, luego se puede perder por el cambio de divisa”, por ello, “prefiero las filosofías de autor que toman en momentos concretos posiciones en materias primas”.