La reducción de beneficios de Morgan Stanley afectado por la crisis hipotecaria y el anuncio de que en las cuentas de Deutsche Bank también podría tener un impacto negativo, ha sido suficiente para que los inversores retiren su dinero de las bolsas y queden a la espera de conocer el alcance de la tan temida crisis crediticia. Por el momento, las plazas europeas del viejo continente cotizan en números rojos. CAC-40 y Eurostoxx 50 son las más penalizadas al acercarse al 0.80% de caída mientras que el DAX apenas alcanza el 0.40% de receso.